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Rajoy y los posibles cambios de la política hacia América Latina

Analistas examinan las eventuales alteraciones de las relaciones hacia la región tras la elección del nuevo gobierno de España.


Los comicios en España han suscitado gran interés de uno y otro lado del Atlántico. Las relaciones históricas, comerciales y políticas con América Latina hacen que cualquier variación en las relaciones exteriores del país europeo se analice con atención. Los cambios más significativos estarían en su relación con Venezuela y Cuba.

Mariano Rajoy quiso quedar bien con todos los amigos de España antes de los comicios en una entrevista concedida días atrás al diario El País.

«Me importa el Magreb. Desde luego me importa mucho la UE, y yo le voy a dar una gran prioridad en los próximos tiempos a Iberoamérica», declaró la semana pasada.

Como había hecho durante su labor como líder de la oposición, el líder del PP volvió a criticar en esa oportunidad la política exterior de José Luis Rodríguez Zapatero.

Por ello puntualizó que la relación con América Latina es «mejorable, por no decir otra cosa».

En esa misma línea marcadamente crítica opina el analista político Justino Sinova.

«Zapatero se apoyó en los sistemas emergentes menos democráticos de América Latina, sus grandes amigos fueron Chávez en Venezuela y los Castro en Cuba», cuestiona en declaraciones a BBC Mundo.

Considera que España cambiará esa supuesta tendencia. «Es verdad que Venezuela tiene petróleo y hay empresas españolas, pero eso no lo justifica», opina.

En ese punto, en lo económico, está la clave de la política exterior ibérica hacia sus antiguas colonias según Marcos Roitman, analista especializado en España y Latinoamérica.

«La política exterior en América Latina la llevan las grandes empresas como Endesa, Repsol YPF, el BBVA y el banco Santander», explica a BBC Mundo.

«Como política de gobierno, más allá de defender las inversiones no hay una política estratégica», agrega. Y señala que no cree que haya un cambio, en la práctica, con respecto a Zapatero.

«De hecho en los programas del PSOE y del PP no había independencia en términos reales a la hora de decidir política», sostiene y apunta que además «son relaciones que están mediadas por la política de Estados Unidos».

El discurso

Roitman considera que el único cambio se dará en lo discursivo, sobre todo respecto a Hugo Chávez y a Evo Morales. «Afectará a los países llamados populistas y no fiables desde la lógica del PP», apunta.

De acuerdo a esas opiniones, es de esperar que Rajoy no modifique su relación con los países latinoamericanos en general, donde las empresas españolas están obteniendo muy buenos resultados en medio de la crisis europea. Por poner un ejemplo, el Banco Santander obtiene el 43% de sus beneficios en Brasil, México y Chile.

Donde los analistas coinciden que sí se verán modificaciones es hacia los países con gobiernos de tendencias claramente opuestas a los intereses del PP. Y en el caso de Cuba en concreto es dónde se podría ver una actitud diferente más allá de las palabras.

Así lo cree Roitman. Habla de un posible blindaje de la posición común de la Unión Europea, que Zapatero intentó quebrar en más de una oportunidad. «Se podría ir más a la derecha incluso», advierte.

Según Roitman se pueden ver afectados los intercambios culturales y científicos con la isla. «Pero sobre todo se dará apoyo abierto a las Damas de Blanco», sostiene, en referencia al grupo de familiares de presos cubanos enfrentados a Castro.

La oposición

Por su parte, los opositores cubanos y venezolanos han celebrado la victoria de Rajoy. Antonio Guedes, presidente de la Asociación de Iberoamericanos por la Libertad (AIL), está seguro de qué habrá cambios «positivos». Destaca también la posición común de la UE, muy valorada por su colectivo, como una seña de identidad del PP, que la instauró durante el gobierno de José María Aznar.

El presidente de AIL es un médico español de origen cubano que también preside el partido político Unión Liberal Cubana. Es conocedor de los vaivenes de la política exterior española y considera que habrá cambios tanto en el madrileño Palacio de Santa Cruz (sede de Exteriores) como también en La Habana.

«Habrá más invitaciones a la embajada española en la isla», subraya a BBC Mundo. «La oposición tendrá contacto con el exterior y se verá legitimada con un mensaje clarísimo», se entusiasma.

Su ONG, con base en Madrid, no se ocupa exclusivamente del tema cubano. Venezuela es otro punto caliente de su agenda. Guedes considera que con el gobierno de Chávez también habrá un endurecimiento desde España, y no esconde su beneplácito: «No puede dejarse chantajear por el problema de las relaciones comerciales, porque hay temas de principios, de derechos humanos».

Sin embargo, los analistas coinciden en que las cuestiones comerciales siempre se tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones de política exterior. La realpolitik prevalecerá en estos casos. España defenderá los intereses de sus empresas tanto en los terrenos más amistosos como en los más hostiles.

Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay y Bolivia son otros países donde los gobiernos son de tendencias políticas opuestas al conservadurismo del PP. Pero también son destino de fuertes inversiones españolas desde hace tiempo. Y parece estar claro que ningún prurito ideológico las pondrá en riesgo.

«No hay que olvidarse que el 10% del PBI de España se obtiene en América Latina», remarca Roitman. El profesor de la Universidad Complutense de Madrid tiene muy claro hasta dónde podrá tensar la cuerda el nuevo gobierno frente los países más hostiles: «Los intereses comerciales serán el límite de los cambios que quiera implementar».

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