Publicidad
BBC News Mundo

La ciudad mexicana en la que echaron a todos los policías

Las autoridades locales dicen que esta decisión se enmarca dentro de una estrategia a nivel nacional para tener fuerzas más profesionales. Sin embargo, también existe la intención de atacar la corrupción dentro de los cuerpos de seguridad.


Los militares se están ocupando de la seguridad en la localidad de Boca del Río en el estado mexicano de Veracruz. La razón es muy simple. Todos los policías fueron echados.

Las autoridades locales dicen que esta decisión se enmarca dentro de una estrategia a nivel nacional para tener fuerzas más profesionales. Sin embargo, también existe la intención de atacar la corrupción dentro de los cuerpos de seguridad.

Desde el gobierno local aseguran que es tiempo de empezar de cero. «Es una decisión importante porque ahora las fuerzas militares estarán haciendo el trabajo de las fuerzas civiles», explica Ignacio de los Reyes, corresponsal de BBC en México.

Boca del Río es un destino turístico muy popular en la costa del Golfo de México y solía ser una de las ciudades más tranquilas, no sólo del estado, sino de todo el país. El municipio tiene algo más de 140.000 habitantes.

Se trata de una zona con un gran dinamismo económico que contrasta con el Veracruz más tradicional. El turismo ocupa un lugar de privilegio dentro de la economía local, con hoteles, restaurantes, discotecas y centros comerciales.

Por su calles ya no se ven las habituales patrullas de la policía local. A partir de este miércoles fueron reemplazadas por las furgonetas de la Armada, que a poco a poco irán transformándose en parte del paisaje urbano del muncipio costero.

La tranquilidad de la que supo disfrutar tiempo atrás quedó enterrada por los enfrentamientos entre bandas rivales. En septiembre pasado 35 cadáveres fueron abandonados cerca de un centro comercial en pleno centro de la ciudad.»Se trató del hecho más impresionante de la guerra por la droga», explica De los Reyes.

Epicentro del narco

El estado de Veracruz en su conjunto se ha convertido en los últimos meses en el epicentro de la lucha por el control de la droga entre las diferentes bandas.

La estratégica ubicación de este estado, limítrofe con otros siete, lo convirtió hace décadas en un atractivo objetivo para los narcotraficantes. Tiene una extensa costa que sirve de entrada para la droga, que luego se transportaba por vía terrestre hacia Estados Unidos.

El incremento de fuerzas de seguridad federales en Tamaulipas, ubicado al norte de Veracruz, desplazó a bandas como Los Zetas hasta su estado, según las autoridades del estado

La corrupción e infiltración de las fuerzas locales por los carteles de la droga es uno de los principales problemas para la seguridad en México. «En Boca del Río la gente dice no confiar en su policía», explica De los Reyes a modo de ejemplo de una realidad que afecta a todo el país. Confían más en los militares, y es por eso que ellos tienen la obligación de velar por la seguridad ahora.

El reemplazo de policías es algo que está sucediendo en otras partes del país afectada por la violencia del crimen organizado. Oficiales militares o ex soldados reemplazan los oficiales del Ministerio de Seguridad en algunas localidades.

Uno de los principales retos del presidente, Felipe Calderón, es poner a las fuerzas del país en todos sus niveles al servicio de la lucha contra el delito relacionado con la droga. Y para lograrlo, hoy en día todos los oficiales deben pasar tests de confianza para ocupar un puesto.

Hay más de 400.000 agentes de policía en México y será muy difícil fuerzas absolutamente limpias de corrupción y confiables. Las propias autoridades así lo consideran.

Publicidad

Tendencias