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BBC News Mundo

Una «escalera al cielo» para los barrios populares

¿Escaleras eléctricas como sistema de transporte público? En Medellín, Colombia, lo hicieron con un barrio y otros países prestan atención.


Los habitantes de la empinada Comuna 13 de Medellín, Colombia, una de las zonas más populares y golpeadas por la violencia de la segunda ciudad del país, acaban de estrenar la escalera mecánica más grande del país.

La escalera, de 384 metros de longitud divididos en seis trayectos, ha sido descrita por las autoridades locales como «un sistema de transporte» que comunicará las empinadas laderas abigarradas de casas de ladrillos con una de las estaciones del metro de Medellín.

Hasta ahora el ascenso tenía que ser a pie, como ocurre en muchos de los barrios periféricos que se aferran a las colinas de la ciudad.

La Comuna 13, con cerca de 140.000 habitantes, es una de las zonas de Medellín que cuenta con metrocable, una línea de teleférico que cubre parte del sector.

Uno de los barrios que no alcanzaba los beneficios del sistema era el 20 de julio, sus habitantes tenían que subir y bajar todos los días unas escaleras de 350 peldaños que le quitaban la respiración a más de uno.

Casi como subir y bajar el Empire State todos los días, en este caso, para entrar y salir del barrio. Un trayecto que además fue un campo minado de enfrentamientos entre grupos armados durante años.

En 2002 miles de familias tuvieron que atrincherarse en sus casas mientras un contigente de policías y soldados se enfrentaban a los grupos armados del sector. Todavía los vecinos recuerdan esos días y, quizás por ello, disfrutan de la libertad de moverse de barrio en barrio a través de las escaleras nuevas.

Fronteras físicas y territoriales

Algunas vecinas comentaban a los medios locales que hacía tiempo que no iban a visitar el barrio Las Independencias I, que está al otro lado de las escaleras, porque el corazón se los impedía.

«Nos asfixiabámos y era peligroso. Estamos muy contentos porque las personas mayores y enfermas tendrán más facilidades para movilizarse. Antes ni siquiera podían salir de sus casas», detallaba María Sánchez, del comité vecinal Escalando Vida.

Ella es una de las personas que durante el primer día de funcionamiento apenas se bajó de las escaleras para ir al baño o para comer, subía y bajaba mientras miraba el horizonte de la ciudad.

Las escaleras eléctricas tuvieron un costo de casi US$7 millones y, según la alcaldía de Medellín, «es el primer proyecto de este tipo dirigido a poblaciones de escasos recursos».

La administración local espera una visita de la alcadía de Río de Janeiro para instalar un proyecto parecido en las favelas de la ciudad.

«Estamos acostumbrados a ver escaleras eléctricas en centros comerciales, pero las de Medellín serán las primeras en usarse como transporte público, una solución de movilidad para estos barrios de difícil acceso», señaló el alcalde Alonso Salazar.

La obra forma parte de una red de intervenciones urbanísticas en la zona: paseos peatonales, parques, bibliotecas, espacios deportivos. Las autoridades calculan que unas 12.000 personas se beneficiarán de las escaleras.

Para recibir las escaleras los habitantes pintaron las casas vecinas con murales y motivos navideños. El día de la inaguración familias enteras y menores con sus regalos de Navidad salieron a pasear por los 384 metros del nuevo sistema de transporte.

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