Pese a la falta de credibilidad política y el reiterado incumplimiento de los compromisos por parte del Gobierno del presidente de Siria, Bachar al Asad, el máximo órgano de seguridad internacional insistió en no dejar pasar la oportunidad de que la paz llegue al pueblo sirio después de más de trece meses de enfrentamientos y la perdida de más de 10.000 vidas.
El Consejo de Seguridad de la ONU se mostró este sábado de nuevo unánime al aprobar una resolución que da luz verde al envío de 300 observadores militares desarmados por 90 días a Siria, donde el régimen no ha cumplido plenamente sus compromisos con el plan de paz aceptado.
«La misión de supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS) se desplegará tan pronto como el secretario general de la ONU, (Ban Ki-moon) evalúe la situación», afirmó al término de la votación el embajador británico, Mark Lyall Grant, al tiempo que advirtió que «el régimen de Damasco les tiene que dejar trabajar libremente».
La presidenta de turno del Consejo y embajadora de Estados Unidos, Susan Rice, explicó que votó a favor de la resolución presentada por Rusia, aunque, dijo, saben «de los riesgos» ante las reiteradas «promesas rotas por el régimen de Al Asad».
«Se pueden desplegar 300 ó 3.000 observadores, pero no se podrá parar la violencia de Asad contra su pueblo si no se intensifica la presión exterior», afirmó Rice, que advirtió que «si no hay progresos rápidos y significativos, habrá que concluir que esta misión se ha agotado» y que «Estados Unidos no esperará 90 días si se siguen produciendo violaciones de los derechos humanos».
Tras la autorización unánime para el despliegue de UNSMIS, con un componente militar y también de civiles, Ban aseguró que su «despliegue se hará con rapidez» y quedará sujeto a la evaluación de la situación sobre el terreno, «incluyendo la consolidación del cese de la violencia».
«Los desafíos sobre el terreno son serios. Se han perdido muchas vidas y hay que parar de una vez las graves violaciones de los derechos fundamentales sufridas por los sirios», subrayó el secretario general de la ONU.
La resolución, presentada por Rusia con el respaldo de China, Marruecos, Colombia, Portugal y Francia, entre otros, advierte de que tras evaluar su aplicación, «examinará la posibilidad de adoptar otras medidas, según resulte necesario».
El embajador ruso Vitaly Churkin, consideró que «la aprobación es fundamentalmente importante para impulsar el plan de paz (del emisario especial, Kofi) Annan» y para ayudar «a estabilizar la presencia de la ONU en Siria».
«Después de tantos meses de bloqueo, Siria debe de escuchar el mensaje unánime de la comunidad internacional y entender el significado de su compromiso para que ponga fin a esta situación intolerable», dijo el embajador de Francia Gérard Araud, que calculó en más de 11.000 los muertos causados por la represión siria.
Ese plan de paz, en vigor desde el 12 de abril, estipula el cese de las hostilidades, la retirada de los tanques de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria y el inicio de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, entre otros puntos.
