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Banderas a media asta y luna llena en el funeral de Neil Armstrong

Banderas a media asta y luna llena en el funeral de Neil Armstrong

La muerte del célebre astronauta causó un gran impacto en el país que se quedó sin uno de sus héroes nacionales, aunque según sus familiares nunca le gustó la fama y procuró mantenerse al margen del bullicio de los medios de comunicación.


Las banderas ondeaban a media asta este viernes en EE.UU. en honor del astronauta Neil Armstrong, a quien su familia despidió en un funeral privado que coincide con la segunda luna llena del mes, un fenómeno que no se repetirá hasta el año 2015.

La familia, algunas personalidades y un reducido grupo de amigos entre los que se encontraban varios de sus antiguos compañeros como John Glenn, despidieron al astronauta fallecido el sábado pasado a los 82 años en un funeral privado en Cincinatti (Ohio).

Entre los asistentes estuvo el director de la NASA, Charles Bolden, quien aseguró que los logros de Armstrong «nunca serán olvidados» así como su gentileza y humildad que «siempre será admirada».

«Como señal de respeto por la memoria de Neil Armstrong», el presidente Barack Obama, que se refirió a él como uno de los «mayores héroes estadounidenses de todos los tiempos», ordenó que las banderas de todos los edificios públicos ondearan hoy a media asta.

El sábado pasado cuando su familia anunció su muerte hicieron una petición: «La próxima vez que salgan afuera en una noche clara y vean la luna en lo alto del cielo, piensen en Neil Armstrong y envíen saludos».

De hecho, la luna brillará esta noche en todo su esplendor y como si se tratara de un guiño cósmico al primer humano que pisó su superficie, se podrá ver una luna llena por segunda vez este mes, un fenómeno inusual conocido como «Luna azul» que no volverá a repetirse hasta el 2015.

«Hoy rendimos tributo a un pionero, a un explorador, a un patriota, a un individuo que, con su ‘pequeño paso’, logró un sueño imposible», señaló Bolden en un comunicado.

La agencia espacial estadounidense (NASA) tiene previsto celebrar un acto público en honor a Armstrong el próximo 12 de septiembre en Washington, informó a Efe el portavoz de la agencia espacial Bob Jacobs.

En la ceremonia celebrada este viernes, «familiares, amigos y colegas de Neil nos reunimos para reflexionar sobre su extraordinaria vida y carrera, y darle las gracias por las muchas bendiciones que compartió con nosotros en el camino», dijo Bolden.

La NASA explora ahora nuevos posibles destinos como Marte para enviar una misión tripulada y aseguró que hazañas como las de Armstrong, al que consideró un «héroe», han hecho posible continuar con el espíritu explorador de la agencia.

«El primer paso de Neil Armstrong en la luna abrió el camino a otros para ser los primeros en poner un pie en otro planeta», dijo.

Armstrong hizo historia al pisar la luna el 20 de julio de 1969 en la misión Apolo 11, en la que viajó junto con Edwin «Buzz» Aldrin y Michael Collins, y pronunciar la célebre frase en la que reconocía que ese gesto era «un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad».

Otros de sus antiguos compañeros de la NASA y veteranos de las misiones Apolo, Eugene Cernan y James Lovell, rindieron además este viernes tributo a Armstrong contando a los niños del Centro Médico Infantil de Cincinatti cómo era el astronauta.

Cernan lamentó que Estados Unidos «haya perdido a una verdadera leyenda», mientras que Lovell destacó el compañerismo de Armstrong de quien dijo que nunca quiso aprovecharse de su fama y sólo «quería ser parte del equipo», según recoge la prensa local.

La muerte del célebre astronauta causó un gran impacto en el país que se quedó sin uno de sus héroes nacionales, aunque según sus familiares nunca le gustó la fama y procuró mantenerse al margen del bullicio de los medios de comunicación.

La misión del Apolo 11 fue el último viaje al espacio de Armstrong, que abandonó la NASA en 1971 y trabajó desde entonces como ingeniero y profesor de Ingeniería Aeroespacial en Ohio.

La cadena de radio nacional NPR, recordaba este fin de semana, sus palabras en una de las pocas entrevistas que dio a lo largo de su vida en el año 2000: «Soy y siempre seré un ingeniero empollón (muy aplicado en los estudios) de calcetines blancos, nacido bajo la segunda ley de la termodinámica, rodeado de mesas de vapor, enamorado de los diagramas», dijo entonces. EFE

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