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La ONU resuelve en una histórica votación si convierte a Palestina en «Estado observador no miembro»

Se trata del cuarto intento de sus autoridades por lograr un mayor respaldo internacional desde que Naciones Unidas reconoció el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino, en 1974.


Abás se reúne con Ban y EEUU antes de la «histórica» votación en la ONU

El presidente palestino, Mahmud Abás, se entrevistó este miércoles  en Nueva York con una delegación de la Casa Blanca y se reunirá con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, antes de la votación de este jueves en la Asamblea General que busca el reconocimiento de Palestina como estado observador.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) viajó desde Ramala para presentar mañana ante el pleno de la Asamblea General una resolución que propone cambiar el estatus de su delegación en la ONU, que de aprobarse pasaría de «entidad observadora» a ser un «Estado observador no miembro».

Antes de la votación, que los palestinos consideran «histórica», Abás se reunióen Nueva York con una delegación enviada por el presidente Barack Obama, encabezada por el «número dos» del Departamento de Estado, Bill Burns, y el enviado especial de EE.UU. para la paz en Oriente Medio, David Hale.

Burns y Hale explicaron de nuevo al líder palestino la negativa de la Administración Obama a apoyar su petición en la Asamblea General, porque a su juicio puede «complicar más» el ambiente en la región, y le pidieron que «reconsidere» su postura.

«Nadie debería estar bajo la ilusión de que esta resolución va a producir los resultados que los palestinos dicen buscar, principalmente tener su propia estado, y vivir en paz con Israel», advirtió hoy en Washington la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

Al margen de su encuentro con la delegación estadounidense, Abás tenía previsto reunirse a última hora con el secretario general de la ONU para discutir la propuesta, que cuenta ya con más de medio centenar de países copatrocinadores y el apoyo favorable de al menos 140 de los 193 Estados miembros, según las autoridades palestinas.

La resolución tiene el respaldo de algunos países de la Unión Europea, con Francia y España a la cabeza, de la práctica totalidad de América Latina y otros actores internacionales clave como China o Rusia.

El Reino Unido se abstendrá y Alemania no ha hecho público aún su voto.

En todo caso, se da casi por descontado que saldrá adelante ya que no necesita pasar por el Consejo de Seguridad y sólo requiere del voto mayoritario en la Asamblea, algo que no ocurrió el año pasado cuando su petición para ser reconocido como Estado miembro de pleno derecho fue bloqueada por Estados Unidos.

Mientras, Israel acepta a regañadientes que tiene la batalla perdida y considera esta nueva solicitud una «mala idea» que bloqueará el conflicto en la región, porque, a su juicio, supone una «flagrante violación de los Acuerdos de Oslo» que dieron vida a la Autoridad Nacional Palestina.

De hecho, Israel ha dicho ya que se reserva el derecho de tomar «algunos pasos unilaterales», que pueden ser desde represalias de carácter económico como propone el ala moderada del gabinete israelí hasta «hacer que la ANP se colapse» como defiende el ala más dura.

Todo dependerá de lo que haga Abás.

«No queremos prolongar este conflicto, queremos acabar con esta tragedia, pero no somos tontos ni estúpidos. Si no se mueven en la misma dirección (…) tendremos que considerar todas las opciones», advirtió ese martes el representante palestino ante la ONU, Ryad Mansour.

Una de esas opciones es llevar a Israel ante la CPI por el caso del posible envenenamiento de Yaser Arafat, según anunciaron esta misma semana los responsables de la comisión de la ANP encargada de investigar las circunstancias de su muerte.

Los restos del histórico líder palestino fueron exhumados el martes para que un equipo de expertos suizos y franceses pueda determinar las causas de su muerte a partir de los resultados de unos análisis que no se conocerán «antes de tres meses».

La votación de mañana es el cuarto intento de las autoridades palestinas por lograr un mayor respaldo internacional desde que Naciones Unidas reconoció el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino, en 1974.

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