El análisis del depósito combustible caído en las costas de Seúl, debido al lanzamiento del cohete Unha-3 por parte del gobierno norcoreano, el pasado 12 de diciembre, permitió determinar su posible alcance. Sin embargo, el secretario de Estado de Corea del Sur aclaró que aún faltan pruebas para precisar la capacidad real del armamento.
Corea del Sur advierte que Corea del Norte ha tenido éxito en el desarrollo de una tecnología que le permite lanzar un misil a 10.000 kilómetros de distancia, lo que teóricamente pondría a zonas en el oeste de Estados Unidos dentro del alcance.
Pero Seúl dice que no hay pruebas de que Corea del Norte tenga la capacidad realmente de producir una ojiva nuclear, que requiere un funcionamiento acertado y preciso al regresar a la atmósfera de la Tierra durante su trayectoria.
El reporte hecho por el gobierno de Corea del Sur, se basa en el análisis de un depósito de combustible que cayó en el mar ante las costas del país, cuando Pyongyang lanzó el 12 de diciembre un cohete tipo Unha-3 con el que puso en órbita un pequeño satélite.
Según los análisis de los expertos surcoreanos el cohete con una cabeza explosiva de 500 a 600 kilogramos, tendría la propulsión suficiente para disparar una carga de media tonelada a 10.000 mil kilometros. No obstante, aclaran que aún no tienen evidencias suficientes que indiquen que Pyonyang puede fabricar una cabeza nuclear lo suficientemente pequeña que pueda caber en sus cohetes.
Fue a raíz del éxito en el lanzamiento del cohete Unha-3 el pasado 12 de diciembre, que el presidente de la Comisión Nacional de Defensa norcoreano, Kim Jong-Un exigió el desarrollo de nuevos misiles, pese a la insistencia de la Organización de la Naciones Unidas de detener la fabricación del armamento.
A pesar del estado de alerta de los Estados miembros, Jong-Un ha aclarado en varias oportunidades que, como país, el uso de los cohetes es de tendencia «pacífica».
