Publicidad

Justicia mexicana libera a la francesa Cassez, presa desde hace siete años

Cassez, de 38 años, quien llegó a México en marzo de 2003, había sido condenada a 60 años de prisión acusada de participar en una banda de secuestradores liderada por su novio, Israel Vallarta, a quien conoció en este país.


La francesa Florence Cassez, presa en México desde hace siete años, es esperada esta tarde en París después de que la Corte Suprema mexicana decidiera ayer su puesta en libertad.

El avión de Air France en el que viaja Cassez tiene previsto aterrizar a las 14.15 locales (13.15 GMT) en el aeropuerto Charles de Gaulle de la capital francesa.

El presidente francés, François Hollande, señaló anoche que la liberación de Cassez pone las relaciones entre los dos países en las mejores condiciones posibles.

Charlotte Cassez, la madre de Florenze, declaró que «se reconoce la inocencia de mi hija después de siete años de lucha» y que esta va a volver con su familia y reconstruir su vida.

Hollande, que habló con Florence Cassez después de su salida de prisión, mostró su agradecimiento «a todos aquellos que, tanto en México como en nuestro país, se han comprometido para que la verdad y la justicia prevalezcan».

Para el jefe del Estado, con el dictamen de ayer «se pone fin a un periodo particularmente doloroso», tanto para la familia como para todos los que le apoyaron y adelantó que «será acogida con todo el apoyo necesario».

«Hoy podemos decir que entre Francia y México se dan las mejores relaciones que se pueden tener», indicó el presidente francés, quien recibió a Enrique Peña Nieto en París el pasado 17 de octubre, cuando éste era presidente electo, y con el que acordó dejar la resolución del contencioso Cassez únicamente a la justicia mexicana.

Florence Cassez llamó ayer tras salir de la prisión a Sarkozy, que se encontraba en el Foro de Davos, y dijo estar «muy emocionado y muy feliz» por el fin de una historia en la que había intervenido durante su quinquenio en el poder.

Cassez, de 38 años, quien llegó a México en marzo de 2003, había sido condenada a 60 años de prisión acusada de participar en una banda de secuestradores liderada por su novio, Israel Vallarta, a quien conoció en este país.

Además de su responsabilidad por tres secuestros, su condena incluía el cargo de delincuencia organizada y posesión ilegal de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.

La francesa, quien en todo momento dijo ser inocente, termina así una batalla judicial durante la cual se denunciaron varias irregularidades, incluyendo una recreación de su arresto, al día siguiente de la detención, para que pudieran grabarla las cadenas de televisión.

Publicidad

Tendencias