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Candidato a dirigir la CIA se enfrenta a duro interrogatorio por uso antiterrorista de aviones no tripulados

John Brennan, de 57 años, asesor de la Casa Blanca en política antiterrorista, tuvo un papel clave en las negociaciones con Arabia Saudí para establecer la base secreta de drones, según reveló hoy el diario The Washington Post.


El candidato del presidente Barack Obama a dirigir la Central de Inteligencia estadounidense (CIA), John Brennan, se enfrentará mañana a un duro interrogatorio durante la audiencia de confirmación en el Senado, en plena polémica por el uso antiterrorista de aviones no tripulados.

El programa de drones volvió hoy al centro de la actualidad al conocerse que EE.UU. ha mantenido durante los últimos dos años una base secreta con este tipo de aviones en Arabia Saudí, desde la que se realizaron operaciones contra terroristas vinculados a la organización Al Qaeda y ubicados en Yemen.

Brennan ha sido uno de los promotores del uso de drones y, con toda probabilidad, tendrá que afrontar las crecientes dudas sobre la falta de transparencia y la legalidad de esta arma, usada tanto por la CIA como por el Pentágono, que ha llegado a utilizarse para matar en el extranjero a sospechosos de terrorismo que eran ciudadanos estadounidenses.

Si hace una semana el candidato a Secretario de Defensa, el republicano Chuck Hagel, recibió los dardos de los republicanos durante su audiencia de confirmación, mañana serán los demócratas más liberales los que podrían poner en apuros a Brennan, otra pieza clave en el futuro equipo de seguridad de Obama.

Brennan, de 57 años, asesor de la Casa Blanca en política antiterrorista, tuvo un papel clave en las negociaciones con Arabia Saudí para establecer la base secreta de drones, según reveló hoy el diario The Washington Post.

Considerado uno de los autores de la estrategia de ataques selectivos con aviones no tripulados contra supuestos líderes terroristas, que desde 2009 ha venido potenciando EE.UU., Brenann es mirado con recelo por los activistas que cuestionan la efectividad del programa y subrayan los daños sobre la población civil.

Supuestamente desde esta base partió un avión no tripulado que en septiembre de 2011 mató a Anwar al Awlaki, un clérigo radical islamista nacido en EE.UU. y conocido por ser uno de los líderes de Al Qaeda en la península Arábiga, en una operación que en su día suscitó la cuestión de si son legales estas ejecuciones extrajudiciales de ciudadanos estadounidenses.

La Casa Blanca ha asegurado que los ataques antiterroristas con drones en el exterior son «legales, éticos y sensatos», mientras que organizaciones como Human Rights Watch han pedido más transparencia y han rechazado las «vagas razones» con las que se justifican ataques «que suceden a diario».

Si bien Brenann ha impuesto controles internos más rigurosos para seleccionar objetivos, según New American Foundation este programa ha causado más de 2.000 muertos, incluidos civiles.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, defendió hoy que los esfuerzos antiterroristas de EE.UU. «están designados para limitar las bajas civiles» y defendió la candidatura de Brennan al asegurar que Obama considera que «ha hecho un extraordinario trabajo para combatir a Al Qaeda, incluida la eliminación de (Osama) Bin Laden».

El Departamento de Justicia justificó en un memorándum que se hizo público esta semana, la muerte de ciudadanos estadounidenses en el extranjero cuando se trate de un «líder de alto rango, a cargo de operaciones» de Al Qaeda o uno de sus afiliados y suponga una amenazada «inminente» para EE.UU.

No obstante, los expertos aseguran que esta práctica llevada a cabo en países como Pakistán, Somalia y Yemen, ha tenido un «efecto boomerang» y ha contribuido a la radicalización de las poblaciones locales y el aumento del número de simpatizantes de Al Qaeda en Yemen, según Micah Zenko, del Council on Foreign Relations.

En su informe «Reforming U.S. Drone Strike Policies», Zenko señala que aunque es difícil determinar la motivación de los insurgentes y las organizaciones terroristas «parece que hay una fuerte relación entre el aumento de asesinatos selectivos en Yemen desde diciembre de 2009 y un mayor odio hacia Estados Unidos y mayor simpatía o lealtad» hacia Al Qaeda.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha expresado su inquietud por que el Ejecutivo tenga la autoridad de matar a una persona «lejos de un campo de batalla reconocido y sin ningún tipo de intervención judicial antes o después de los hechos».

Brennan, nominado el pasado 7 de enero para sustituir al dimitido general David Petraeus, comparecerá mañana ante el Comité de Inteligencia del Senado en una audiencia en la que además se espera que afronte preguntas relacionadas con su paso por la CIA durante la presidencia del republicano George W. Bush y el uso de la tortura para interrogar a sospechosos de terrorismo.

Durante sus más de 25 años en la CIA ha ocupado distintos cargos, como analista, jefe de la oficina en Riyadh, en Arabia Saudí, y jefe de personal con el exdirector George Tenet, en la época en la que la CIA se involucró en un programa de capturas secretas, traslados clandestinos y técnicas de interrogatorio como la asfixia simulada.

De ser confirmado, Brennan sustituirá en el cargo al general David Petraeus, quien renunció en noviembre cuando salió a la luz pública una relación amorosa extramatrimonial.

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