Entre los detenidos hay cuatro sargentos del Ejército, otros cuatro militares retirados, dos expolicías y el resto son particulares que se dedicaban a conseguir, acondicionar y vender armas a diferentes organizaciones criminales, señaló la Fiscalía colombiana.
La Fiscalía de Colombia emitió una nueva orden de captura contra un coronel retirado del Ejército involucrado en un escándalo de corrupción en esa fuerza y capturó a otras 12 personas con las que supuestamente integraba una red que vendía armas a la banda criminal de Los Urabeños.
Entre los detenidos hay cuatro sargentos del Ejército, otros cuatro militares retirados, dos expolicías y el resto son particulares que se dedicaban a conseguir, acondicionar y vender armas a diferentes organizaciones criminales, señaló la Fiscalía.
Con el nombre de Operación Dignidad fue bautizada la acción conjunta de la Fiscalía y el Ejército que permitió el desmantelamiento de la red.
Esta trama era liderada por el coronel retirado del Ejército Róbinson González del Río, que el mes pasado fue señalado como eje de una red que participaba en contratos amañados en ese cuerpo.
González del Río, que estaba detenido en una guarnición militar acusado de dos ejecuciones extrajudiciales, llamadas en Colombia «falsos positivos», manejaba desde su centro de reclusión millonarios contratos del Ejército, según grabaciones divulgadas por la revista Semana.
«En desarrollo de la Operación Dignidad se logra desmantelar una red de apoyo a bandas criminales», dijo a periodistas el comandante del Ejército, general Jaime Lasprilla, quien agregó que González del Río «lideraba esta red dedicada al tráfico de armas».
Por su parte, el vicefiscal general, Jorge Fernando Perdomo, dijo que las investigaciones, que comenzaron en octubre de 2012, pusieron al descubierto a miembros activos y retirados del Ejército «que estaban vendiendo armas de diferente calibre a algunas organizaciones delincuenciales, entre ellos la banda criminal de Los Urabeños».
«El modus operandi consistía en que se extraía el material de guerra de las armerías del Ejército y se les entregaba a estas organizaciones criminales», agregó Perdomo.
Explicó que en otros casos se sustraían piezas de armas que luego eran ensambladas por armeros al servicio de la banda.
Según el vicefiscal, entre los capturados está «la persona de confianza del coronel González del Río, con quien trabajaba desde hacía ya algunos años».
«Así, habrían actuado concertadamente para permitir la adquisición de todo tipo de armas, municiones y explosivos con destino a las bandas criminales», agregó.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, elogió el trabajo de la Fiscalía y del Ejército en este caso porque en su opinión, «esto permite depurar las instituciones».
«Celebramos que las mismas instituciones sean capaces de depurarse», manifestó el ministro, quien dijo que los hechos de los que se acusa a González del Río ocurrieron «antes de que esta persona fuera detenida por el caso de falsos positivos».
«Seguramente va a haber más capturas en este y otros casos. Vamos a seguir depurando las instituciones para seguir derrotando al narcotráfico y la delincuencia», manifestó Pinzón.
Las Fuerzas Militares se han visto involucradas en las últimas semanas en sonados escándalos como el de los contratos amañados y otro por supuesto espionaje a políticos de izquierda e incluso a miembros del equipo del Gobierno que negocia la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba.
Por la corrupción y otras irregularidades en el Ejército fueron pasados a retiro el pasado 18 de febrero seis generales, incluido el entonces comandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero.
El otro escándalo, el del espionaje, llevó al relevo de sus cargos del jefe de Inteligencia del Ejército, general Mauricio Ricardo Zúñiga, y del director de la Central de Inteligencia Técnica de ese cuerpo, general Óscar Zuluaga.
