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Río de Janeiro intensifica ofensiva en favela «Ciudad de Dios» tras muerte de policías por caída de helicóptero

Río de Janeiro intensifica ofensiva en favela «Ciudad de Dios» tras muerte de policías por caída de helicóptero

Este domingo también fueron encontrados en el interior de esta barriada pobre los cadáveres de siete jóvenes que se encontraban desaparecidos desde el sábado, cuando comenzaron los tiroteos entre la Policía y grupos de narcotraficantes.


La muerte de cuatro policías por la caída de un helicóptero próximo a la favela Cidade de Deus, en Río de Janeiro, obligó las autoridades a reforzar por tiempo indeterminado la seguridad en el conjunto de barriadas pobres, en las que grupos de narcotraficantes intentan recuperar el control.

Los agentes intensificaron hoy la operación policial en esta favela situada en la zona oeste de Río de Janeiro y al menos tres personas, una de ellas cargada con fusiles, fueron detenidas durante un exhaustivo control.

Este domingo también fueron encontrados en el interior de esta barriada pobre los cadáveres de siete jóvenes que se encontraban desaparecidos desde el sábado, cuando comenzaron los tiroteos entre la Policía y grupos de narcotraficantes.

Algunos vecinos de la favela indicaron a Efe que las siete personas murieron en un enfrentamiento con la Policía, pero familiares de las víctimas sostiene que se trató de una «ejecución» por parte de agentes.

Tras el recrudecimiento de la violencia, Amnistía Internacional denunció hoy la «alta letalidad» de las operaciones policiales en Río de Janeiro e instó a las autoridades a respetar los derechos humanos.

Mientras tanto, las autoridades locales continuaron hoy investigando las causas del accidente aéreo que causó la muerte de los cuatro policías y obligó a aumentar el control en esta favela de más de 47.000 habitantes.

Vídeos divulgados en las redes sociales apuntaron la posibilidad de que el helicóptero pudiera haber sido abatido el sábado tras un enfrentamiento entre agentes y criminales, pero la hipótesis perdió fuerza tras la pericia inicial concluida este domingo.

El Secretario de Seguridad de Río, Roberto Sá, señaló que no se identificaron perforaciones en el helicóptero ni en el cuerpo de los policías que viajaban a bordo y barajan la posibilidad de que el siniestro se haya producido por una falla mecánica.

El tiroteo registrado este fin de semana en Cidade de Deus obligó a cerrar en diversas ocasiones la línea amarilla, una de las principales carreteras de Río de Janeiro, y muchos conductores intentaron huir en sentido contrario y otros se bajaron de sus vehículos para protegerse tras los muros de la vía.

Este domingo los agentes cercaron las principales vías de acceso a de Cidade de Deus, un conjunto de barriadas pobres de alrededor de 47.000 habitantes que ganó fama mundial en 2002 tras la película homónima dirigida por Fernando Meirelles y Katia Lund.

El filme narra los enfrentamientos entre bandas rivales por el control del tráfico de drogas en la barriada, que durante décadas han sido comunes en diferentes comunidades de Río de Janeiro.

En 2009 las bandas de narcotraficantes fueron expulsadas de esta y otras favelas con la instalación de una comisaría permanente, conocidas como Unidad de Policía Pacificadora (UPP), pero en los últimos años los criminales luchan por recuperar el terreno perdido.

La ofensiva de los narcotraficantes ha aumentado en medio de la grave situación económica que vive Río de Janeiro y que ha debilitado los recursos destinados a la seguridad pública.

En plena crisis, José Mariano Beltrame, quien durante diez años fue secretario de Seguridad Pública del estado y artífice de la política de pacificación de las favelas, renunció en octubre pasado.

Días después, dimitió el jefe de la Policía Civil de Río de Janeiro, Fernando Veloso, ante la «falta de recursos» del órgano y la «dificultad de las misiones confiadas».

Veloso denunció la carencia de los sistemas informáticos de la Policía y la falta de mantenimiento de los vehículos blindados, los cuales, según dijo, funcionan gracias a la iniciativa privada.

La aguda crisis económica de la «Ciudad Maravillosa» ha debilitado el programa de «pacificación», el cual comenzó en 2008 con la toma de la favela de Santa Marta por parte de la Policía y se instaló en más de 200 barriadas pobres en las que viven más de un millón y medio de personas.

La disminución de los recursos destinados al programa de «pacificación» ha abierto una vía para los narcotraficantes, que intentan reconquistar el control de las comunidades con un recrudecimiento de la violencia.

Desde su instalación, el programa ha tenido resultados palpables en la mejoría de la seguridad en Río, pero también se ha puesto en entredicho porque, a lo largo de estos años, se han multiplicado los casos de abusos policiales.

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