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EEUU: ataques cibernéticos de Rusia comenzaron con sencillez

EEUU: ataques cibernéticos de Rusia comenzaron con sencillez

El ataque contra la democracia estadounidense comenzó en el verano boreal de 2015 con un truco sencillo: hackers que trabajan para el servicio de inteligencia civil de Rusia enviaron correos electrónicos con malware oculto a más de 1.000 personas que trabajaban para el Gobierno estadounidense y grupos políticos de ese país.


El ataque contra la democracia estadounidense comenzó en el verano boreal de 2015 con un truco sencillo: hackers que trabajan para el servicio de inteligencia civil de Rusia enviaron correos electrónicos con malware oculto a más de 1.000 personas que trabajaban para el Gobierno estadounidense y grupos políticos de ese país.

Las agencias de inteligencia estadounidenses afirman que ése fue el modesto comienzo del “Grizzly Steppe” (estepa del oso pardo), el nombre para lo que, según ellos, continuó hasta transformarse en una extensa operación rusa para interferir en las elecciones presidenciales de este año.

Incitados a aportar evidencias por Rusia, que negó haber participado en los ataques -y por el escepticismo abierto del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump-, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) lo hicieron el jueves. Emitieron un análisis conjunto de 13 páginas justo cuando el presidente Barack Obama impuso sanciones contra organizaciones gubernamentales e individuos rusos y expulsó a 35 operativos de ese país.

A pesar de que el jueves Trump dijo en un comunicado que “es hora de que nuestro país siga adelante hacia cosas más grandes y mejores”, también dijo que “se reunirá con los líderes de la comunidad de inteligencia la semana que viene para ponerse al tanto de los hechos de esta situación”. Como presidente electo, él tiene derecho a ver los detalles clasificados del informe público.

Ataque al DNC

Los primeros hackers enviaron e-mails que parecían provenir de sitios web legítimos y otros dominios de internet asociados a organizaciones e instituciones educativas estadounidenses, según el informe. Los que fueron engañados y pincharon en los correos con “spearphishing” permitieron acceder al Comité Nacional Demócrata (DNC, por su s siglas en inglés) —aunque no se identificó por nombre a la organización partidaria— y a importantes cuentas de e-mail para obtener material que luego se filtraría para perjudicar a Hillary Clinton en la campaña que perdió contra Trump.

Luego vino una segunda oleada en la primavera boreal de 2016. Hackers que trabajaban para el servicio de inteligencia militar de Rusia, el GRU, apodados “Amenaza Avanzada Persistente 28” (APT 28, por sus siglas en inglés), se infiltraron en las redes del DNC por medio de más correos electrónicos con spearfishing, de acuerdo al informe.

“Esta actividad de los servicios de inteligencia rusos forma parte de una campaña de operaciones cibernéticas en curso hace una década contra el Gobierno estadounidense y sus ciudadanos”, según un comunicado conjunto del FBI, el DHS y la Oficinal del Director de Inteligencia Nacional. “El Gobierno de Estados Unidos busca armar a los defensores de las redes con las herramientas necesarias para identificar, detectar y frenar la actividad cibernética maliciosa de Rusia contra las redes de nuestro país y nuestros aliados”.

Dmitry Peskov, un portavoz del Kremlin, rechazó las conclusiones de Estados Unidos. “Estamos categóricamente en desacuerdo con todas las alegaciones y acusaciones infundadas contra Rusia”, dijo en una llamada en conferencia. “Estas medidas de la actual administración en Washington son, desafortunadamente, una manifestación de una política imprevisible e incluso se podría decir agresiva”.

Agentes probablemente asociados a los servicios de inteligencia civil y militar de Rusia “siguen emprendiendo campañas de spearfishing, entre ellas una lanzada en noviembre de 2016, pocos días después de las elecciones en Estados Unidos”, según el informe.

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