Por primera vez desde Reagan no habrá un solo ministro con sangre hispana en el gabinete de los Estados Unidos. La mayoría estará formada por hombres blancos de origen anglosajón.
Lauro Cavazos fue el primer secretario (ministro) de origen hispano en la historia de los Estados Unidos. A pesar de ser del Partido Demócrata, el educador tejano fue nominado por el Presidente Ronald Reagan para el cargo de secretario de educación en septiembre de 1988 y fue mantenido por George Bush padre hasta 1990. Cavazos era tejano de sexta generación, por lo que era bastante más «yankee» que mexicano, sin embargo fue el primer hispano en entrar a un gabinete, iniciando una presencia continua que se mantendría en todos los gobiernos siguientes. Hasta mañana.
Donald Trump nombró a Sonny Perdue como secretario de agricultura, el último cargo ministerial que le faltaba por llenar, lo que implica que no habrá latinos en el nuevo gobierno estadounidense. Ante esta posibilidad, que finalmente se concretó, activistas hispanos habían propuesto en particular a dos líderes de Texas como titular de Agricultura: el ex congresista republicano Henry Bonilla, y la ex presidenta de la Texas University A&M, Elsa Murano.
De este modo se interrumpe la regla no escrita de incluir a al menos un latino en el «US Cabinet», lo que llevó al gobierno a nombres como Bill Richardson, Julian Castro, Henry Cisneros, María Contreras-Sweet, Mel Martínez, Federico Peña y Thomas Pérez.
El gabinete de Trump en cambio estará lleno de hombres blancos, muchos de ellos con importantes fortunas. Las excepciones son el médico jubilado Ben Carson, que fue candidato presidencial en la primaria republicana y que será secretario de vivienda, la taiwanesa-estadounidense Elaine Chao que será secretaria de transporte (lo fue del trabajo durante el segundo gobierno de George W. Bush), y la nueva embajadora ante la ONU Nikki Halley, nacida como Nimrata Randhawa y que es de ascendencia india. Estarán también dos mujeres, blancas de origen europeo: Betsy DeVos en educación y Cathy McMorris en interior.
