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El próximo 28 de octubre, Jair Bolsonaro, candidato del Partido Social Liberal, se enfrentará en segunda vuelta al representante del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad. En un clima polarizado, el ex militar que se hizo popular por sus declaraciones contra la corrupción, pero también contra la mujer y contra los homosexuales, se alzó con el 45,33 % de los votos, mientras que el ungido por Lula da Silva obtuvo el 28,85 de los sufragios.
Jair Bolsonaro, el Trump de Brasil, tuvo un triunfo inapelable en las elecciones presidenciales de este domingo frente a su más cercano contendor, el candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad. Con el 99 % de las mesas escrutadas, el representante del Partido Social Liberal y ex alcalde de Sao Paulo, obtuvo el 46 % de los sufragios, un 17% más que el candidato del partido de Lula. Con este resultado, Brasil se prepara para un segunda vuelta presidencial este 28 de octubre.
Detrás de Haddad, que obtuvo el 29 % de los sufragios, quedó Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), con un 12,45%. Las cifras fueron dadas a conocer oficialmente por la presidenta del Tribunal Superior Electoral, Rosa Webber.
«Estoy muy agradecido con quienes votaron por mí, reconduciré a Brasil hacia la victoria», sostuvo el ex capitán tras sacar la primera mayoría en la primera vuelta. «Si tuviéramos confianza en el voto electrónico, ya tendríamos el nombre del futuro presidente en el día de hoy».
Para estos comicios fueron convocados 147,3 millones de electores para elegir al sucesor de Michel Temer, quien llegó al poder tras un polémico ‘impeachment’ contra la entonces presidenta electa, Dilma Rousseff.
[cita tipo=»destaque»]El electorado del candidato ultraderechista, de 63 años, que estuvo acompañado de una enfermera mientras emitía su voto, es mayoritariamente clase media que busca un mayor desarrollo económico personal. En su mayoría son hombres, que respaldan la verborrea sexista del ex militar aunque también hay mujeres que lo respaldan por su tono marcado en la mano dura contra la inseguridad ciudadana, en un país que lidera todas las tasas de homicidios entre los países de la región. En su base de apoyo hay un fuerte componente de personas pobres que se identifican con su nacionalismo.[/cita]
Quien resulte electo tendrá el desafío de dirigir un país sumido en una profunda crisis económica y política, sacudida por diversos casos de corrupción, siendo uno de ellos el escándalo de corrupción de Lava Jato, el mayor esquema de corrupción en la historia del país develado a partir de 2014.
El año pasado apenas 13% de la población de Brasil reconocía estar satisfecho con su democracia. Según analistas internacionales, debido a esta impresión generalizada de que todo el sistema político brasileño se encuentra en crisis debido a la corrupción, es que afirman que no sorprende que Bolsonaro haya levantado con tanto éxito su candidatura, que incluso lo tuvo a solo 4 puntos de haber vencido en primera vuelta.
El electorado del candidato ultraderechista, de 63 años, que estuvo acompañado de una enfermera mientras emitía su voto, es mayoritariamente clase media que busca un mayor desarrollo económico personal. En su mayoría son hombres, que respaldan la verborrea sexista del ex militar aunque también hay mujeres que lo respaldan por su tono marcado en la mano dura contra la inseguridad ciudadana, en un país que lidera todas las tasas de homicidios entre los países de la región. En su base de apoyo hay un fuerte componente de personas pobres que se identifican con su nacionalismo.
Hace un mes, en un mitin de campaña, el ex capitán del ejército brasileño sufrió un ataque a puñaladas que lo tuvo en extrema gravedad y que le llevó a someterse a dos cirugías de emergencia.
Bolsonaro es un ex capitán del ejército y legislador con 27 años en el Congreso que se hizo popular presentándose como un «salvador de la patria» frente a los políticos «corruptos» que llevaron a la mayor economía del continente a una debacle. Desde 1991, el ex militar representa a Río de Janeiro como diputado federal. Sus frases polémicas le han dado gran popularidad en redes sociales, donde se le apoda como el ‘Trump de Brasil’.
Uno de los factores decisivos para que Bolsonaro pasara de favorito en las encuestas al gran vencedor de la primera vuelta, fue la caída del político más popular del país, Luiz Inácio Lula da Silva, quien vio rechazada su candidatura, tras ser condenado por casos de corrupción.
Aunque en el tramo final de la campaña, el PT subió el tono contra Bolsonaro al advertir al electorado que, con su elección, la democracia estaría en peligro, incluso, mediante un video en el que se le comparaba con Hitler, esto no fue suficiente para que el candidato que odia a los homosexuales y discrimina a las mujeres casi rozara el triunfo en primera vuelta.
Fernando Haddad, tras confirmar que había pasado a segunda vuelta, con una diferencia de casi 20 puntos de Bolsonaro, sostuvo que «estos resultados son un desafío porque nos hacen ver los riesgos que corre la democracia en Brasil, nosotros queremos unir a los demócratas y a quienes se preocupan por los más pobres, es necesario alcanzar la justicia social».
«Siempre hemos estado en segundo lugar, siempre hemos ido a segunda vuelta desde el 89 y enfrentaremos ahora respetuosamente esta lucha electoral. Nuestras armas serán los argumentos», sostuvo el ex alcalde de Sao Paulo. «No le tenemos miedo a la felicidad, lucharemos por un Brasil con democracia y justicia social. Venceremos», expresó.
«Comenzaremos mañana mismo la campaña para lograr la victoria en la segunda vuelta. Hay mucho en juego y queremos unir al país. Es una elección muy diferente a todas en las que hemos participado», recalcó.
