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Crédito: Agencia EFE
Aunque su nombre no aparece en la papeleta, el polémico Mandatario estadounidense ha adoptado un inusitado protagonismo en la campaña para retener para los republicanos la mayoría en las dos cámaras del Capitolio. Y si bien hay expertos que apuestan a que los demócratas den la sorpresa y se queden con ambas cámaras, la mayoría de los análisis se inclinan por un virtual empate, con la oposición ganando la Cámara de Representantes y los republicanos manteniendo el control del Senado. Todo depende de la participación, donde la votación latina podría ser clave.
Estados Unidos va a las urnas este martes para las elecciones de medio mandato, donde se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio de los cien del Senado.
Estados como Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Maine fueron alguno de los primeros en abrir los centros de votación de una elección que es vista como un virtual referéndum sobre el controvertido Presidente Donald Trump, quien en enero cumplirá dos años en la Casa Blanca. Consciente de esto, el Mandatario se ha implicado a fondo en esta campaña, centrada en asuntos de alcance nacional, como la evolución de la economía y la inmigración.
Aunque su nombre no aparece en la papeleta, Trump ha adoptado un inusitado protagonismo para retener para los republicanos la mayoría en las dos cámaras del Capitolio.
Y si bien hay expertos que apuestan a que los demócratas den la sorpresa y se queden con ambas cámaras, la mayoría de los análisis se inclinan por un virtual empate, con la oposición ganando la Cámara de Representantes y los republicanos manteniendo el control del Senado.
“Creo que el movimiento progresista es fuerte, pero puede que no sea tan grande como esperamos”, señaló el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Iowa Steffen Schmidt a la agencia Efe respecto a la “ola azul” que esperan los demócratas.
Esto se refrenda en que los cálculos de la unidad de datos del diario The New York Times apuntan a que los demócratas tienen un 84 % de posibilidades de hacerse con la Cámara Baja, donde necesitan arrebatar a los republicanos al menos 24 escaños para lograr la mayoría. Florida, Arizona, Texas, Indiana, Misuri y Montana son algunos de los territorios donde los sondeos apuntan a que la lucha entre los aspirantes estará más apretada.
Por eso a nivel de mercados, hay tranquilidad. “Los mercados toman como supuesto base el escenario anticipado por las firmas de sondeos -una Cámara controlada por los demócratas y un Senado del Partido Republicano-, un resultado que no trastornaría mucho las bolsas”, señala Bloomberg.
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Polémico de principio a fin, Trump apeló en campaña a la caravana de migrantes que se moviliza desde Honduras como principal “caballito de batalla” electoral. Incluso, en su último mitin del lunes, acusó que los inmigrantes indocumentados en el país podrían intentar «votar ilegalmente» en las elecciones legislativas. Pero lo hizo sin aportar pruebas.
Su fórmula es simple: «El miedo es el núcleo de la estrategia de comunicación republicana. Miedo al desorden, al declive, al cambio cultural, al crimen», aseguró a Efe Morgan Marietta, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Massachusetts Lowell.
«Las apelaciones de esta naturaleza solían ser más sutiles, pero ahora son bastante descaradas. Son efectivas porque son fáciles de entender, involucran emociones y argumentar en contra de ellas simplemente repite y refuerza su influencia», insistió el experto, especializado en comunicación política.
Además, el fantasma del fraude y la trama rusa de la última elección también llegó a las redes. En la víspera, Facebook anunció que había bloqueado 115 cuentas que podrían estar vinculadas a «entidades extranjeras» y que presentaban una actividad sospechosa de cara a las elecciones legislativas que se celebran hoy en Estados Unidos.
En el lado de los demócratas, el experto explica que su táctica se basa en «motivar a los opositores de Trump» y que salgan a votar, especialmente entre aquellos que no suelen hacerlo, como las minorías y los votantes suburbanos con educación superior descreídos de la política.
En este ámbito, la población latina –tradicionalmente más inclinada hacia los demócratas- puede jugar un rol clave. Un estudio reciente de Pew Research reveló que casi la mitad de los hispanos considera que su situación en el país ha empeorado en el último año y «muchos» creen que se debe a la acción del Gobierno del presidente, Donald Trump. Sin embargo, hace cuatro años el nivel de participación fue de apenas 27% entre este sector de la población.
«Un aumento en la participación podría ayudar a los demócratas debido a que los votantes con baja propensión a votar -los jóvenes, las personas de bajos ingresos, los hispanos y otros grupos étnicos no blancos- son pilares de ese partido», escribió Doménico Montanaro, editor de Política de la emisora pública NPR.
Además del total de los diputados y un tercio de los senadores, los ciudadanos de 36 estados están llamados a elegir a sus gobernadores y numerosos puestos estatales y locales.
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