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La empresa a cargo, la estadounidense Ocean Infinity, llevará el moderno barco rastreador «Seabed Constructor” a reparaciones en Sudáfrica. «Tiene que entrar a dique seco por revisiones que estaban programadas. Ellos tiene interés en seguir buscando y nos propusieron volver en febrero, cosa que estamos evaluando”, afirmó el ministro de Defensa, Óscar Aguad.
A partir de próximo 16 de noviembre, la búsqueda del submarino argentino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo, será suspendida. Así lo informó este viernes (09.11.2018) al diario La Nación el ministro de Defensa de Argentina, Óscar Aguad, quien aseguró que las operaciones se reanudarán en febrero de 2019.
La empresa a cargo, la estadounidense Ocean Infinity, llevará el moderno barco rastreador «Seabed Constructor” a reparaciones en Sudáfrica. «Tiene que entrar a dique seco por revisiones que estaban programadas. Ellos tiene interés en seguir buscando y nos propusieron volver en febrero, cosa que estamos evaluando”, afirmó Aguad.
La compañía estadounidense había anunciado la semana pasada su intención de suspender la búsqueda iniciada a principios de septiembre, lo que generó malestar en los familiares. Poco después el Gobierno anunció que las operaciones se extenderían por otros 120 días a partir de febrero de 2019, por lo que la búsqueda debería durar al menos hasta abril del año entrante.
El buque «Seabed Constructor” utiliza avanzada tecnología en detecciones submarinas, y porta cinco AUV (Vehículos Submarinos Autónomos) que pueden operar hasta una profundidad de 6.000 metros, además de otros equipos de última generación. El acuerdo con el Gobierno argentino es que solo recibirá el pago de 7,5 millones de dólares si encuentra el sumergible.
El ARA San Juan emitió su última comunicación el 15 de noviembre de 2017 después de reportar un incendio en el área de baterías por el ingreso de agua de mar mientras navegaba desde Ushuaia rumbo a su base en Mar del Plata. Horas después de esa comunicación se detectó un ruido similar al de una explosión cerca del último punto donde había sido localizado en el océano Atlántico, a poco más de 400 kilómetros de la costa patagónica argentina, frente al Golfo San Jorge.
