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La nueva soledad de Trump tras su intento de insurrección y “autogolpe” MUNDO Crédito: Reuters

La nueva soledad de Trump tras su intento de insurrección y “autogolpe”

El presidente de EE.UU. se ha ido quedando sin aliados tras el asalto al Capitolio. Hoy el secretario de Estado, Mike Pompeo, tomó distancia al calificar de «criminales» a los mismos manifestantes que Trump trató de “grandes patriotas”. Además, Trump ha comenzado a sufrir renuncias entre sus asesores de la Casa Blanca, e incluso en su gabinete, como sucedió con la secretaria de Transporte Elaine Chao. A la hora de los análisis, todos apuntan a la responsabilidad del magnate. El director de HRW, José Miguel Vivanco, habló de “un esfuerzo de insurrección dirigido, concebido e instigado», mientras el profesor de gobernabilidad de la Universidad de Harvard, Steven Levitsky, dijo que lo ocurrido ayer en Washington “es una variante de lo que en Latinoamérica llamaríamos autogolpe”. Esta jornada, Biden denominó a los partidarios de Trump que ingresaron al edificio como «terroristas domésticos» [ACTUALIZADA]


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se está quedando solo. O eso es lo que parece, tras ser sindicado como el principal responsable de incitar a manifestantes a asaltar este miércoles el Capitolio de Washington DC, lugar donde el Senado y la Cámara de Representantes se disponía, en sesión especial, a declarar al demócrata Joe Biden como el próximo mandatario.

La maniobra del magnate, que gatilló uno de los días más negros para la democracia estadounidense, finalmente no resultó porque el Congreso terminó por certificar la victoria de Biden, en una sesión que se extendió hasta la madrugada.

Pero además Trump también se ha ido quedando sin aliados, porque ayer su vicepresidente Mike Pence le dio la espalda a su jugada para hacer fracasar la sesión del Congreso, y  hoy el secretario de Estado, Mike Pompeo también tomó distancia al calificar de «criminales» a quienes asaltaron el Capitolio, a diferencia de Trump que los trató de “grandes patriotas que han sido injustamente tratados”.

Además, poco a poco han comenzado a producirse renuncias entre sus asesores de la Casa Blanca, e incluso en su gabinete como sucedió hoy con la dimisión de la secretaria de Transporte Elaine Chao.

Es más, esta jornada, el presidente electo Joe Biden dijo que el ataque al Capitolio fue un asalto a la democracia fomentado por el mandatario y denominó a los partidarios de Trump que ingresaron al edificio como «terroristas domésticos».

«No eran manifestantes. No se atrevan a llamarlos manifestantes. Eran una turba desenfrenada. Insurrectos. Terroristas domésticos», declaró Biden, en un discurso en Wilmington, Delaware.

A Trump le quedan 13 días en la Casa Blanca, pero miembros de su gabinete y aliados del presidente han discutido la posibilidad de invocar la Constitución de Estados Unidos para destituirlo antes de esa fecha.

«Fue un esfuerzo de insurrección instigado»

A la hora de los análisis, uno de los que culpa a Trump de incitar a sus adherentes fue el director de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, quien aseguró a Radio Cooperativa que el asalto fue «un esfuerzo de insurrección dirigido, concebido e instigado por Trump».

Según el abogado, Trump «no se mide, está dispuesto a echar por la borda los valores y las instituciones democráticas con el único propósito de permanecer en el poder, de intentar perpetuarse en el poder».

A juicio de Vivanco, este hecho le sirve a Trump para convertirse en «una leyenda, una ficción que le permita seguir manipulando a esa base de fanáticos que lo apoyan».

Sin embargo, descartó que Donald Trump vaya a ser destituido, a pesar de que el mandatario «ha demostrado con creces no solo ser un mentiroso patológico, un enfermo, un déspota, sino también un peligro real para la institucionalidad democrática en los Estados Unidos, para la seguridad interna y también para la seguridad internacional».

Intento de «autogolpe»

El profesor de gobernabilidad de la Universidad de Harvard, Steven Levitsky, describió lo sucedido como la respuesta a «cuatro años de desacreditar y deslegitimar la democracia», por parte del Partido Republicano y del presidente.

Levitsky es coautor del libro de 2018 How Democracies Die («Cómo mueren las democracias»), en el que expuso «las señales alarmantes que ponen en riesgo la democracia liberal de Estados Unidos».

Estudioso también de los procesos democráticos y presidenciales en Latinoamérica, Levitsky describió la toma este miércoles del Capitolio de Washington D.C. por parte de partidarios de Donald Trump como «un intento de autogolpe».

«Es una variante de lo que en Latinoamérica llamaríamos autogolpe. Es un presidente movilizando a sus seguidores para mantenerse en el poder de forma ilegal. Será un autogolpe fallido, pero es una insurrección desde el poder para tratar de subvertir los resultados de la elección y mantenerse ilegalmente en el poder. Lo llamaría un intento de autogolpe», aseguró en entrevista con BBC.

«Este autogolpe va a fallar. Los que protestan en algún punto serán removidos del edificio del Capitolio y en algún punto también se certificará la elección de Biden y a Trump lo removerán de la presidencia. Ahora, no está claro cómo pasará eso. Pero Trump va a fracasar y la democracia estadounidense va a sobrevivir los eventos de hoy», añadió.

«Pero eso no significa que todo está bien. Estos son eventos aterradores y dañinos como lo son en Latinoamérica. La gran diferencia entre este autogolpe y los autogolpes en Latinoamérica es que Trump fue completamente incapaz de conseguir el apoyo de los militares. Un presidente que intenta quedarse en el poder ilegalmente sin el respaldo de los militares tiene muy pocas chances de tener éxito», agregó.

«He estado esperando aterrorizado este día en la democracia estadounidense por los últimos cuatro años. Cada día durante cuatro años. Nuestra democracia está en una crisis severa y esto es la culminación de ello. Pero no es que sale de la nada, nuestra democracia ha estado entrando en crisis por varios años y creo que seguirá así», cerró.

Según su análisis, «la democracia sobrevivirá a este día», pero lo que se plantea a futuro para Estados Unidos es incierto y un periodo llevado por la crisis.

 

 

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