MUNDO
Créditos: DW
Todavía hay soldados atrincherados en la zona industrial Azovstal, cuyas vidas «está garantizada si deponen las armas”, según el mandatario ruso.
El presidente ruso Vladimir Putin acusó este viernes a las autoridades de Ucrania de impedir la rendición de los últimos soldados atrincherados en la zona industrial Azovstal, en la ciudad de Mariúpol (sureste).
«La vida de todos los militares ucranianos, combatientes nacionalistas y mercenarios extranjeros está garantizada si deponen las armas”, señaló el mandatario. «Pero el regimen de Kiev no les permite tomar esta posibilidad», aseguró en un comunicado que resumía una conversación con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Zona industrial Azovstal, en la ciudad de Mariúpol (imagen de archivo)
El jueves, Putin ordenó cercar la zona de Azovstal, donde según Moscú hay unos 2.000 militares, pero sin dar la orden de asalto, con el fin de preservar la vida de los soldados rusos.
El viernes, Putin también consideró «irresponsables» las declaraciones de funcionarios europeos sobre «la necesidad de resolver la situación en Ucrania por la vía militar e ignorar los numerosos crímenes de guerra ucranianos».
Asimismo, el líder del Kremlin acusó a los «dirigentes de la mayoría de los países de la Unión Europea de apoyar acciones claramente rusófobas», en referencia a la exclusión de rusos de acontecimientos culturales y deportivos.
