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Cumbre de Madrid: Alianza Atlántica se refuerza frente a «amenaza» rusa, mientras Putin condena a una OTAN «anclada en la Guerra Fría» y no renuncia a Ucrania MUNDO Foto: Juanjo Martín (EFE)

Cumbre de Madrid: Alianza Atlántica se refuerza frente a «amenaza» rusa, mientras Putin condena a una OTAN «anclada en la Guerra Fría» y no renuncia a Ucrania

El término del encuentro internacional marcó el inicio de una nueva etapa en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se amplía y redefine su estrategia para adaptarse a una época de confrontación entre potencias iniciada con la invasión rusa de Ucrania. Con la apertura de la puerta de entrada de la OTAN a Suecia y Finlandia, la Alianza crecerá por el Báltico y se reforzará sobre todo en el flanco este. En respuesta, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que «nada ha cambiado» en lo que respecta a sus planes militares en Ucrania después de que el jefe aliado, Jens Stoltenberg, le instara a «poner fin inmediatamente» a la guerra. En tanto, el gobierno estadounidense anunció un paquete de ayuda militar al país dirigido por Volodímir Zelenski por un valor de 820 millones de dólares, que eleva a casi 7.000 millones de dólares el apoyo aportado desde el inicio del conflicto el pasado 24 de febrero. Esto mientras al menos 18 personas han muerto en un ataque ruso con misiles contra el distrito de Bilhorod-Dnistrovsky, en la región ucraniana de Odesa, en el suroeste del país.


La OTAN rubricó su “transformación” de cara a los próximos años en la cumbre de líderes aliados que concluyó este jueves en Madrid, con un refuerzo militar en el este ante Rusia, que ha pasado de ser un socio a su más clara amenaza, en un encuentro calificado de «histórico» por los jefes de Estado y de Gobierno aliados, quienes se enfrentaron al reto de pactar qué tipo de respuesta querían dar a la vuelta de la guerra al suelo europeo con la invasión rusa de Ucrania.

“Acabamos de concluir una cumbre transformadora con los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Con decisiones de gran alcance para adaptar nuestra Alianza al futuro”, anunció el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de la reunión.

Las intenciones de la organización han quedado plasmadas en el llamado “Concepto Estratégico de Madrid”, que sustituye a la estrategia en vigor desde 2010 y que actualiza las posiciones de la Alianza en un mundo que ha cambiado.

En consecuencia, los aliados consideran ahora que Rusia es la principal «amenaza» para su seguridad, y también hacen referencia por primera vez en ese documento a China, que sin ser un adversario, supone un «desafío».

“Rusia y China siguen buscando beneficios políticos, económicos y militares en nuestra vecindad meridional. Tanto Moscú como Pekín están utilizando la influencia económica, la coerción y los enfoques híbridos para promover sus intereses en la región”, advirtió Stoltenberg.

En un intento de reforzar los lazos con la región indopacífica, los líderes de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda participaron por primera vez en una cumbre aliada.

Más tropas en alerta

En Madrid, ante el comportamiento asertivo de Rusia, los líderes aliados también acordaron un cambio fundamental en la disuasión y defensa de la OTAN con el refuerzo de las defensas avanzadas, la mejora de los grupos de combate en la parte oriental de la Alianza y el aumento del número de fuerzas de alta disponibilidad para que pasen de 40.000 a más de 300.000 efectivos.

Conscientes de que estos esfuerzos deben llevar aparejados más recursos financieros, los aliados volvieron a comprometerse con invertir al menos el 2 % de su PIB en defensa y acordaron aumentar la financiación común de la Alianza.

Respaldo a Ucrania

El apoyo a Ucrania también fue capital en la cumbre, en la que intervino por videoconferencia el presidente del país, Volodímir Zelenski.

Los líderes aliados acoraron en su reunión un paquete “integral” de apoyo a Ucrania para que siga defendiéndose del invasor ruso, que prevé además respaldar a largo plazo una transición de los equipos de la era soviética a otros más modernos como los que utiliza la OTAN y que les permitirían operar juntos.

«El presidente (ruso, Vladímir) Putin debería retirar sus fuerzas y poner fin a esta guerra inmediatamente, deteniendo el ataque a una nación democrática y soberana que causa tanto sufrimiento en Ucrania», enfatizó Stoltenberg, quien insistió en que la crisis internacional por el alza del precio de los alimentos “no la ha causado las sanciones de la OTAN, sino la guerra de Putin”.

En cualquier caso, el político noruego dejó claro que la OTAN tiene la “responsabilidad” de que el conflicto ucraniano no escale y no se convierta en una guerra directa OTAN-Rusia.

Invitación a Suecia y Finlandia

En las horas previas a la cumbre, con mediación de Stoltenberg, Finlandia y Suecia firmaron con Turquía un acuerdo que garantiza más cooperación antiterrorista y que permitió que Ankara levantara el veto a que esos dos pases se integren en la Alianza y a que en su reunión los líderes acordaran “invitarlos” oficialmente.

Ante las acciones de Moscú en Ucrania, los dos países nórdicos habían solicitado en mayo su ingreso, que una vez culminado duplicará la frontera terrestre entre la OTAN y Rusia.

“Estamos dispuestos a proteger a todos los aliados, por supuesto también a Finlandia y Suecia (una vez se ratifique su adhesión), y estamos preparados para todas las eventualidades”, aseguró hoy Stoltenberg, preguntado por las nuevas amenazas del Kremlin.

Biden, ya en EEUU, camina hacia una Guerra Fría larga contra Putin en Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reanudó este viernes la actividad en su país, tras regresar de la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, con la perspectiva de enfrentarse a una segunda Guerra Fría con Rusia muy posiblemente de larga duración por la contienda en Ucrania.

Biden vuelve a su país tras dejar claro que EE.UU. es quien lidera en la OTAN, donde anunció un aumento de la presencia militar estadounidense en Europa, además de haber contribuido a levantar el bloqueo turco a la adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza.

Todo ello con el objetivo de proteger el territorio de la OTAN, que, según él mismo dijo en la rueda de prensa con la que cerró su asistencia a la cumbre de Madrid, ahora es una organización más fuerte y está más unida que antes de la guerra en Ucrania; un conflicto que distintos interlocutores han augurado que puede ir para largo.

Sin hablar de una fecha, el propio Biden insinuó que la contienda puede alargarse, cuando señaló que los aliados apoyarán a Kiev el tiempo que sea necesario.

Y ante la posibilidad de que el conflicto se expanda a otros países, los socios de la OTAN, y en concreto EE.UU., van a blindar el territorio de la alianza.

Nada más llegar el miércoles a Ifema, el recinto ferial de la capital española donde tuvo lugar la cumbre, el mandatario anunció un incremento de la presencia castrense de EE.UU. en Europa.

En concreto, Washington va a incrementar dicha presencia en seis naciones -Polonia, Rumanía, España, Italia, el Reino Unido y Alemania-, además de la región «báltica».

En Polonia, EE.UU. va a establecer un cuartel general permanente, mientras que a Rumanía enviará una brigada rotatoria adicional; a España mandará dos barcos destructores adicionales a la base naval de Rota; y en el Reino Unido añadirá dos escuadrones de cazabombarderos.

En Alemania situará una brigada artillería de defensa aérea, un batallón de defensa aérea de corto rango y una brigada de ingeniería con unos 625 soldados en total; y en Italia, ubicará una batería de defensas antiaéreas, con 65 militares.

Con esta decisión, Biden ha apuntalado el papel de liderazgo estadounidense en la OTAN, tras haber apostado al comienzo de su mandato y antes de la agresión rusa de Ucrania por una disminución de los soldados que EE.UU. tiene desplegados en el extranjero.

Le falta ahora explicar a la opinión pública estadounidense esta apuesta bélica, en un momento en que está afrontando numerosas críticas a nivel doméstico por la inflación galopante y con un país partido en dos por el polémico fallo del Tribunal Supremo de derogar el derecho al aborto.

Respecto a la carestía, el presidente quiso dejar claro desde el estrado de la OTAN lo que viene repitiendo como un mantra: la culpa de la subida de precios es de Rusia.

Y lo repitió hasta tres veces por si alguien no le había oído bien: «El precio del petróleo es alto por Rusia, Rusia, Rusia», apuntó Biden en su última comparecencia ante la prensa en Madrid, al tiempo que señaló que la razón de la crisis alimentaria global es «porque Rusia no está permitiendo que el cereal salga de Ucrania».

Los datos económicos no acompañan a Biden de cara a las elecciones de medio mandato de noviembre en EE.UU., donde algunos pronósticos auguran que los demócratas perderán el control de ambas cámaras del Congreso.

El precio de un galón de gasolina (3,78 litros) en EE.UU. alcanzó el sábado pasado los 5 dólares, un récord que se produce cuando el país vive la inflación más elevada en 40 años, al dispararse en mayo al el 8,6 %.

Esta nueva escalada de los precios de consumo viene empujada, sobre todo, por el fuerte encarecimiento de la energía.

Más allá de la cumbre de la OTAN, Biden se vio el martes con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y con el rey de España, Felipe VI, en una primera jornada en el país en la que aprovechó para informar el envío de dos destructores adicionales a Rota.

El mandatario llegó a Madrid procedente de Elmau, en el sur de Alemania, donde tomó parte en la cumbre de los líderes G7, integrado por EE.UU., Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido, Canadá y Japón, y de la Unión Europea.

En el encuentro en Alemania, los dirigentes de este club de los poderosos amplificaron su condena a Rusia y refrendaron su apoyo ilimitado a Ucrania.

En su agenda para el G7 Biden llevaba sanciones a Moscú, la propuesta de prohibir las importaciones de oro ruso y la imposición de imponer un precio tope al petróleo de ese país.

En su declaración final los siete países más industrializados del mundo establecieron la posibilidad de prohibir el transporte de crudo ruso a menos que su venta respete un precio máximo acordado con los socios internacionales.

Como Biden dijo más tarde en la OTAN: Rusia va a pagar un alto precio por la invasión de Ucrania.

EEUU destina 820 millones de dólares en una nueva ayuda militar a Ucrania

El Gobierno estadounidense también anunció un paquete de ayuda militar a Ucrania por valor de 820 millones de dólares, que eleva a casi 7.000 millones de dólares el apoyo aportado desde el inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, detalló en un comunicado que hay 50 millones de dólares en armas y material de autodefensa y otros 770 millones en fondos para la Iniciativa de Ayuda para la Seguridad de Ucrania.

«Los ucranianos siguen luchando por su país y Estados Unidos se mantiene a su lado», apuntó el jefe de la diplomacia, según el cual el último ejemplo de la «brutalidad» a la que se enfrentan fue el ataque de este lunes contra el centro comercial de Kremenchuk, en el que murieron al menos 18 personas.

Blinken destacó que en vísperas de que Estados Unidos celebre su propia independencia este 4 de julio, su país sigue comprometido con la independencia, seguridad, soberanía e integridad territorial de Ucrania.

El total de la ayuda militar proporcionada por EE.UU. a Ucrania desde finales de febrero, según su nota, alcanza ya los 6.920 millones de dólares desde el comienzo de la invasión.

El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el pasado 15 de junio un paquete de ayuda de 1.000 millones de dólares, mientras que el Pentágono sumó otro de 450 millones el 23 de junio, que incluía el sistema de misiles que Kiev llevaba reclamando desde hace semanas.

Putin condena a una OTAN anclada en la Guerra Fría y no renuncia a Ucrania

«La OTAN es un rudimento de una época ya pasada, de la Guerra Fría. Al respecto, siempre nos decían que había cambiado, que ahora es más una unión política, pero todos buscaban motivos y posibilidades para impulsarla como organización militar», aseguró Putin a la prensa rusa durante su visita a Turkmenistán.

Putin, que respondió así al aluvión de críticas que recibió en la cumbre aliada en Madrid, proclamó que el mundo unipolar que promueve Occidente es un anacronismo y un peligro para el sistema internacional, por lo que el Kremlin apuesta por cooperar con la ONU, el G20 y el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Eso sí, se mostró dispuesto a dialogar con Occidente sobre control de armamento y no proliferación de armas de destrucción masiva, o la estabilidad de los mercados energéticos y de alimentos.

«Irán no encajaba muy bien en ese papel. Rusia encaja mejor. Les dimos esa oportunidad, la de unirse todos los aliados para una nueva etapa histórica», señaló.

En referencia a la decisión de calificar a Rusia como la principal amenaza para la seguridad euroatlántica, Putin arremetió contra EEUU por su obsesión de buscar siempre a un enemigo exterior.

Recordó que Stoltenberg aseguró en la capital de España que el bloque lleva desde 2014 preparándose para una confrontación con el vecino del norte.

«Que desde 2014 se estaban preparando para algunas acciones contra nosotros no es una novedad. Precisamente eso explica nuestra firme actuación en defensa de nuestros propios intereses», señaló.

Putin aprovechó para cargar contra la «exclusividad» de Occidente y su negativa a aceptar la pérdida de su papel dominante en el mundo.

«Escondidos bajo la fachada de un supuesto orden, basado en reglas y otros conceptos dudosos, intentan controlar y orientar a su gusto los procesos globales, toman rumbo hacia la creación de bloques y coaliciones cerradas, que adoptan decisiones que solo convienen a un país, a Estados Unidos», resumió.

A Rusia le conviene el papel de fortaleza asediada, ya que garantiza el apoyo de una mayoría de rusos a la «operación militar especial», justifica el ingente gasto en armamento hipersónico y nuclear de los últimos años, y responsabiliza exclusivamente a Occidente del deterioro de la economía debido a las sanciones.

Aunque algunos expertos consideran que, en realidad, Rusia le está haciendo el trabajo sucio a China, el gran beneficiado del antagonismo entre rusos y occidentales, y del advenimiento de un nuevo orden mundial.

En cuanto al llamamiento aliado a que Putin ordene la retirada de las tropas rusas del territorio de Ucrania, «una nación democrática y soberana», el líder ruso respondió que «nada ha cambiado».

«No tengo nada que añadir. El objetivo final ha sido anunciado, la liberación del Donbás, la defensa de esa gente y la creación de las condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia. Eso es todo», explicó.

En cuanto a los plazos, Putin consideró «incorrecto» hablar de ello y recordó que todo depende de «la intensidad» de los combates, cuando el Kremlin piensa «antes que nada» en reducir las bajas en las filas del Ejército ruso.

«Yo, por supuesto, soy el comandante supremo, pero de todas formas no terminé la Academia del Estado Mayor General», señaló.

Putin consideró que las potencias occidentales no buscan defender a los ucranianos, sino satisfacer sus propios intereses, «confirmar su papel en el mundo, revalidar no su liderazgo, sino su hegemonía y, literalmente, sus ambiciones imperialistas».

Por ello, si Moscú no hubiera tomado cartas en el asunto ante los planes occidentales de convertir a Ucrania en una «cabeza de playa» en una «Antirrusia», su país hubiera tenido que vivir siempre «con esa espada de Damocles».

Putin quitó hierro al futuro ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, aunque advirtió de que responderá al despliegue de armamento en sus territorios con la misma moneda.

«Con Suecia y Finlandia no tenemos los problemas que, lamentablemente, sí tenemos con Ucrania. No tenemos contenciosos ni problemas territoriales, no hay nada que nos pueda preocupar respecto a la membresía de Finlandia y Suecia en la OTAN. Si eso es lo que quieren, pues adelante», afirmó.

Sin embargo, matizó que «ellos tienen que comprender con claridad que antes no enfrentaban ninguna amenaza, pero ahora, en caso de que emplacen contingentes e infraestructura militar allí, nosotros nos veremos obligados a responder simétricamente y generar las mismas amenazas que provengan desde esos territorios».

«Se trata de cosas evidentes. ¿Es que acaso no lo comprenden? Todo estaba bien entre nosotros, pero ahora habrá determinadas tensiones. Es evidente (…) Repito, si generan amenazas», añadió.

Desde 1997, la Alianza aceptó en su seno a Polonia, República Checa y Hungría (1999), y a Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y las tres repúblicas bálticas (2004).

Al respecto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a la OTAN de violar el Acta de 1997 que rige sus relaciones con Rusia, que prohíbe expresamente el despliegue de armamento de manera permanente en territorio de los nuevos miembros de la Alianza Atlántica.

«El Acta Fundacional sigue existiendo. Nosotros no hemos iniciado la ruptura de este acuerdo», subrayó Lavrov sobre los planes aliados de reforzar sus contingentes en el flanco oriental de la OTAN.

Además, reconoció que desde que, debido a la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea (2014), la Unión Europea suspendiera todos los mecanismos de diálogo con Moscú, las relaciones con Bruselas «no existen».

«En lo que se refiere al Telón de Acero, estoy de acuerdo con Vladímir (Makéi, el ministro de Exteriores bielorruso). Ya está bajando», señaló. EFE

Rusia dice que la OTAN ha optado por la confrontación en todos los frentes

El viceministro de Exteriores ruso Alexandr Grushkó afirmó hoy que al declarar a Rusia como «principal amenaza» la OTAN ha optado por la confrontación y la contención de Moscú en todos los frentes.

«Rusia ha sido reconocida como amenaza a la Alianza (…), esto es un viraje gravísimo, es una verdadera declaración de confrontación con nosotros, de contención de Rusia en todos los frentes», dijo Grushkó en una sesión del Club Internacional de Debate Valdái.

Según el diplomático, digan lo que digan los líderes de la OTAN acerca del carácter defensivo de la Alianza Atlántica, «el vector de su actividad militar esta decidido y es la confrontación con Rusia».

Grushkó destacó además que la OTAN «cuestionó el derecho de China a desarrollarse como uno de los polos del mundo multipolar que ya se ha formado al calificar al gigante asiático de ‘desafío'».

Sobre la invitación a Finlandia y Suecia a incorporarse en la OTAN el viceministro ruso fue categórico: «Desde mi punto de vista es uno de los episodios más tristes en la evolución de la seguridad europea».

«Esto conducirá al empeoramiento de la seguridad regional, complicara enormemente la situación en el Norte y reducirá las posibilidad para la cooperación pacífica», dijo.

Advirtió de que el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN «deteriorará gravemente la situación militar en el mar Báltico».

Ya son 18 los muertos en un ataque con misiles rusos en un distrito de Odesa

Al menos 18 personas han muerto en un ataque ruso con misiles contra el distrito de Bilhorod-Dnistrovsky, en la región ucraniana de Odesa, en el suroeste del país, según informó el subjefe de la Oficina presidencial, Kyrylo Tymoshenko, en su canal de Telegram.

«Región de Odesa. Hasta las 08.30 hora local (05.30 GMT) 18 personas han muerto, incluidos dos niños. 30 han resultado heridas», escribió en su mensaje.

En su página de Facebook, el Servicio de Emergencias ucraniano confirmó el ataque con cohetes, que atribuyó al ejército ruso, y que se produjo a las 06.00 hora local (03.00 GMT).

«Como resultado de un ataque con misiles de la aviación estratégica Tu-22 (rusa) desde el Mar Negro en el distrito Bilhorod-Dnistrovskyi, de la región de Odesa, durante la noche, tres misiles X-22 impactaron en un edificio de apartamentos de varios pisos y dos centros recreativos», señaló, por su parte, Tymoshenko en su último informe.

Explicó que fueron localizados «los cuerpos de 17 personas, incluido un niño. Se brindó asistencia médica a 31 personas heridas, incluidos cuatro niños y una mujer embarazada. Ocho personas fueron rescatadas de los escombros, incluidos tres niños».

Los heridos graves han sido hospitalizados y las operaciones de rescate están en curso. Los equipos de investigación y operativos están trabajando en el lugar que ha sido atacado.

El servicio de emergencias explicó que uno de los misiles había impactado en un edificio residencial de nueve plantas que había quedado parcialmente destruido.

La región de Odesa, cuya capital del mismo nombre dispone del único puerto marítimo en Ucrania que los rusos aún no controlan, es fronteriza con Moldavia y Rumanía.

Los rusos han limitado hasta ahora sus ataques en esta zona y los han centrado en destruir las infraestructuras que unen a la región con su fronteras europeas.

Este ataque se produce un día después de la celebración en Madrid de la Cumbre de la OTAN en la que los aliados afianzaron su apoyo a Ucrania y su rechazo a la invasión que sufre por parte de Moscú, a quien consideran el mayor peligro para Occidente.

Cambio climático

Los líderes de la OTAN también acordaron medidas para luchar contra el cambio climático, y por vez primera acordaron objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la OTAN y avanzar hacia la neutralidad climática para 2050.

Además, hasta 22 aliados firmaron su compromiso con el nuevo Fondo de Innovación de la OTAN, con idea de que la Alianza se mantenga en la vanguardia tecnológica.

Los líderes de la Alianza se han citado para su próxima cumbre en Vilna, en 2023.

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