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El mercado de la ciudad fue alcanzado por los ataques de las fuerzas invasoras. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a los rusos de “matar para intimidar y sentir placer”.
Las autoridades ucranianas denunciaron este sábado que ocho civiles murieron en la ciudad de Jersón, al sur del país, luego de que los invasores rusos atacaran una zona residencial. Una veintena de personas resultaron heridas en esta urbe, recuperada recientemente por las tropas ucranianas, que consiguieron expulsar a los ocupantes hacia la otra orilla del río Dnipro.
El «Estado terrorista» sigue bombardeando a la población civil de Ucrania, afirmó en referencia a Rusia el vicepresidente de la oficina presidencial, Kyrylo Tymoshenko. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en tanto, acusó a Rusia de cometer actos de terror para intimidar a la población civil. «El mundo debe entender que estamos luchando contra el mal”, escribió en Telegram.
«Jersón. Sábado por la mañana, en Nochebuena, en la parte central de la ciudad. Estas no son instalaciones militares, ésta no es una guerra que sigue las reglas, es el puro terror, es matar para intimidar y sentir placer», agregó el mandatario, en una publicación acompañada de fotografías que muestran coches en llamas y personas que yacen en el suelo con carritos tras haber ido de compras.
«Esta es la verdadera vida de Ucrania y de los ucranianos» desde hace diez meses de guerra, apuntó el presidente. Periodistas de la agencia AFP escucharon una serie de bombardeos que impactaron el mercado central y las calles cercanas. A pasos del mercado, un hombre estaba gravemente herido en la cabeza y su coche fue destruido por la explosión. Otras personas heridas estaban cerca y dentro de otro vehículo yacía un cadáver.
Había llamas en el mercado, lugar frecuentado el sábado por la mañana y situado en el corazón de Jersón, ciudad que ha sido blanco de ataques rusos en las últimas semanas, tanto contra zonas residenciales como instalaciones energéticas. El viernes, los invasores atacaron en 74 oportunidades la región con fuego de artillería, lanzacohetes, morteros y tanques, dejando cinco civiles muertos y 17 heridos, entre ellos una niña de seis años.
