MUNDO
La cantidad de heridos por el sismo ascendió a 102.000 solo en Turquía. El presidente Recep Tayyip Erdogan dijo que hay cientos de miles de hogares que quedaron inhabitables.
Las autoridades de Turquía actualizaron este sábado el número de muertos tras los devastadores terremotos que azotaron a este país y a Siria el pasado lunes, señalando que los fallecidos ascienden solo en Turquía a 21.043, mientras que el total de heridos supera los 102.000. Pese al tiempo transcurrido, los esfuerzos por hallar personas vivas entre los escombros siguen adelante, y en las últimas 24 horas fueron rescatadas 67.
Un ejemplo es Masallah Çiçek, una mujer de 55 años que fue hallada viva la madrugada del sábado entre las ruinas de su apartamento en Diyarbakir, cuando se cumplían 122 horas del terremoto. La televisión local también mostró otro rescate a primera hora de la mañana, cuando una mujer de 70 años fue liberada con vida de entre los escombros de un edificio derrumbado en Kahramanmaras.
Entre los supervivientes la situación es muy complicada: un millón de personas se han quedado sin hogar -según datos oficiales- en una amplia zona del sureste del país. Las autoridades señalan que en la zona afectada por el terremoto vivían más de 13 millones de personas, por lo que se teme que miles de víctimas sigan atrapadas en los edificios derrumbados.
Pese a ello, en algunas zonas los trabajos de salvamento ya se han suspendido y las excavadoras han comenzado a quitar los restos para buscar cadáveres. Algunos médicos han alertado del riesgo de epidemias si las condiciones de salubridad no mejoran y si la población no tiene acceso a agua, a productos de higiene y a atención médica básica para hacer frente a ciertas enfermedades infecciosas.
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, reconoció que cientos de miles de hogares quedaron inhabitables, un ejemplo de la titánica labor de reconstrucción que se viene por delante, y aseguró que los trabajos en esa línea comenzarán en pocas semanas. Asimismo, el mandatario advirtió que quienes se vean involucrados en robos o saqueos a las víctimas serán castigados con todo el peso de la ley.
Un equipo de rescatistas austríacos del Ejército suspendieron sus trabajos en Turquía debido al deterioro de la situación de seguridad por la actuación de grupos descontrolados, informó un portavoz militar este sábado.
“El esperado éxito en los rescates no guarda ninguna proporción justificable con el riesgo para la seguridad”, declaró el portavoz, el teniente coronel Pierre Kugelweis, a la agencia de noticias APA. “Cada vez hay más agresiones entre distintos grupos en Turquía. Al parecer incluso se han producido disparos en algunas zonas”, agregó.
Un grupo de 82 miembros de la unidad militar de ayuda en catástrofes está desplegado desde el martes en la provincia de Hatay, una de las más golpeadas por los devastadores sísmos del lunes. Los rescatistas no han desarrollado más operaciones de rescate este sábado debido a la situación de seguridad. “Nos gustaría seguir ayudando, pero las circunstancias son las que son”, sostuvo el militar.
El equipo austríaco no ha sufrido ningún daño ni agresión y la medida es por precaución. Los militares señalan que en cuanto observen que la situación se calma retomarán su trabajo ya que siguen teniendo previsto regresar el próximo jueves.
Una medida similar adoptó la Agencia Federal de Ayuda Técnica de Alemania, que junto a la organización de ayuda ISAR Germany suspendieron sus operaciones de rescate en Turquía debido a los riesgos que implicaba para sus trabajadores el deterioro en la seguridad, aunque aseguraron que si hay sospechas fundadas de que hay alguien vivo entre los escombros, se dirigirán al lugar desde su base de operaciones en la ciudad de Kirikhan.
