La líder de Agrupación Nacional (RN) comparecerá a partir del lunes ante la justicia por presunta malversación de fondos públicos europeos cuando era eurodiputada. Esto podría obstaculizar las ambiciones presidenciales de Marine Le Pen en Francia en 2027.
El juicio por el caso de los asistentes parlamentarios del partido ultraderechista francés Frente Nacional, ahora Agrupación Nacional, se abre el lunes 30 de septiembre ante el Tribunal Penal de París. El propio partido, su presidenta Marine Le Pen y otras 24 personas, entre directivos, exdiputados y asistentes parlamentarios, son sospechosos de haber desviado fondos del Parlamento Europeo para pagar a asistentes de eurodiputados que en realidad trabajaban para el partido entre 2004 y 2016.
Tras siete años de investigación, la Fiscalía cree haber descubierto un “auténtico sistema” de malversación. Esto fue posible gracias a los sobres de 21.000 euros mensuales asignados por el Parlamento a cada diputado para pagar a los asistentes parlamentarios, en un momento en el que el Frente Nacional (posteriormente rebautizado como Agrupación Nacional) atravesaba dificultades financieras. Marine Le Pen era “en última instancia la principal responsable de la toma de decisiones” en este sistema, según la fiscalía.
Entre las pruebas contra ella figura un correo electrónico enviado al presidente del partido en junio de 2014, en el que el tesorero le advertía: “Solo saldremos de esta si hacemos ahorros significativos gracias al Parlamento Europeo”. Los propios eurodiputados han testificado que, durante una reunión en la misma época, Marine Le Pen les exigió que “contrataran ellos mismos a un solo asistente, y que el resto de su presupuesto lo pusieran a disposición del movimiento”. Uno de los diputados escribió entonces a la tesorera: “Lo que nos pide Marine equivale a que nos apuntemos a empleos ficticios”.
“Los asistentes de un diputado no son empleados del Parlamento Europeo, sino asistentes de diputados de un partido político (…) y tienen obviamente una vocación política”, se defendió la líder de RN a mediados de septiembre en el rotativo popular Le Parisien.
Los acusados se enfrentan a un máximo de diez años de cárcel, una multa de un millón de euros y una posible inhabilitación de diez años. Esto podría obstaculizar las ambiciones presidenciales de Marine Le Pen en Francia en 2027.
Los daños se estiman en tres millones de euros, de los cuales un millón ya ha sido “reembolsado” mediante procedimientos de recuperación, según Patrick Maisonneuve. El abogado del Parlamento Europeo considera que la fiscalía dispone de pruebas sólidas que demuestran la existencia de lo que califica de “auténtico sistema”.
La legislación europea prohíbe que los asistentes trabajen para el partido.
El juicio llega cuando RN vive su mejor momento. Su victoria en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 provocaron que el presidente Emmanuel Macron adelantara en junio las elecciones legislativas previstas inicialmente en 2027.
Y aunque la extrema derecha no se impuso esta vez, pese a liderar la primera vuelta, por una política tácita de pactos entre la alianza de centroderecha de Macron y la izquierda, Le Pen tiene las llaves de la supervivencia del nuevo gobierno francés, escorado a la derecha.