En nuestro desempeño profesional como abogados litigantes de la nueva Justicia Penal, sobre todo ahora con los últimos casos judiciales que ha conocido la opinión pública, resulta fundamental estar al día en los conocimientos del derecho, la doctrina y jurisprudencia de nuestros Tribunales de Justicia, como asimismo, en el manejo, interpretación y aplicación de los mismos durante las respectivas audiencias.
Por ello, el soporte técnico y en línea con la cultura de la información y la tecnología de vanguardia, nos exige tener una plataforma suficiente para enfrentar profesionalmente los asuntos penales que hoy nos encomiendan nuestros clientes.
En efecto, los nuevos tiempos exigen a los abogados penales trabajar en equipos interdisciplinarios, asistidos por asesores criminalísticos, apoyados por soportes tecnológicos y departamentos de estudios con información oportuna y en línea del derecho positivo, los proyectos de ley, la doctrina y la jurisprudencia, entre otras cuestiones relevantes, para un buen desarrollo de nuestra teoría del caso.
Es más, en las audiencias publicas y orales ante los Tribunales de Justicia, los abogados citan fallos judiciales recientes y no añejos como era antes para sustentar sus alegaciones.
Asimismo, se invocan normas constitucionales y tratados internacionales actualmente vigentes y ratificados por Chile, que bajo el sistema procesal penal antiguo, era absolutamente impensado.
En este sentido, abogados defensores y fiscales del Ministerio Público al igual que los abogados particulares y Jueces de los Tribunales de Justicia, estrenan líneas argumentativas producto del quehacer diario de sus actuaciones profesionales.
En suma, este cambio radical en el modo de pensar y actuar de los abogados operadores penales, importa que el derecho que se está aplicando y creando para cada caso en particular, hace que los anhelos de justicia se tornen más accesibles y concretos para toda la población.
Sin embargo, estos nuevos requerimientos profesionales que nos exige esta Justicia Penal, a nosotros los abogados particulares, más allá de las consideraciones éticas de nuestro actuar conforme a la buena praxis profesional, también nos impone asumir la responsabilidad legal de nuestra actuación profesional en la protección de los intereses encomendados, toda vez que ahora, nuestros clientes en las respectivas audiencias podrán evaluar derechamente nuestro desempeño profesional.
En consecuencia, todos los abogados debemos estar atentos a esta nueva realidad, pues al igual que los médicos dentro de su quehacer, también podemos empezar a figurar en el tapete de las actuaciones profesionales negligentes a través de un aumento de las demandas civiles de indemnización de perjuicios por parte de nuestros ex mandatarios, ahora demandantes y los efectos asociados a las mismas. Entre ellos, la discusión de este tema en el foro nacional, la entrada al mercado de nuevos productos o tipos de seguros, la exigencia y/o aumento en la contratación de seguros de responsabilidad civil profesional, el encarecimiento de los honorarios profesionales de los abogados y la exigencia de pólizas de seguros por parte de nuestros mandantes para ser contratados en la protección de sus intereses.
También la posibilidad de introducir seguros de responsabilidad civil funcionaria en la Defensoría Penal Pública, en el Ministerio Público en el Poder Judicial con ocasión de sus actuaciones profesionales, etc, constituye la punta del iceberg que recién empieza perfilarse en Chile.
__________________________________
Kléber Monlezun Cunliffe. Abogado. www.lmoabogados.cl
www.djp.cl
