Existen las más diversas apreciaciones sobre lo que debe ser un sitio web. En general todos reconocen que necesitan estar en Internet, pero muy pocos saben el tipo de sitio que debieran tener.
Para los expertos en marketing, el sitio web es un canal de comunicación y venta, pero para la gente de tecnología es una plataforma de desarrollo. Es justamente esta doble connotación la que plantea un riesgo intrínseco. Me han tocado vivir ambas experiencias y siempre cuando la otra área no participa, algo importante falla.
Dramática es la cantidad de sitios en Internet que partieron como un proyecto de «marketing» y terminaron siendo un desastre tecnológico. Y al revés, he asistido al desarrollo de megaproyectos de ingeniería de software que fueron subutilizados o simplemente desechados por los usuarios quienes no percibieron su valor de uso.
La solución vino de la mano de nuevas disciplinas y perfiles profesionales que entregaron cuerpos teóricos y metodologías para abordar el desarrollo de un proyecto Web de manera integrada. La Arquitectura de Información y el Diseño de Interacción son disciplinas complementarias que aportan al acceso intuitivo de la información y al desarrollo de flujos que faciliten el uso de las aplicaciones, respectivamente.
Como dice Javier Velasco, reconocido experto chileno- «el Arquitecto de Información es ante todo, una persona que resuelve problemas: los detecta y delimita para luego diseñar soluciones que ayuden a los usuarios. La AI toma decisiones estratégicas, influyendo en los modelos de negocios. De limitarse sólo a los detalles y a organizar interfaces, su efectividad disminuye en forma considerable».
Quienes hacemos arquitectura estamos constantemente haciendo de puente entre las áreas de marketing y tecnología. Haciendo entender que Internet es un medio diferente a la televisión y la prensa; que lo que se debe ofrecer tiene mucho más que ver con calidad de información y transacción que con cantidad de movimiento y contenido.
A su vez, debemos lograr que los desarrolladores de software le den el valor que merece la interfaz. La «capa gráfica» es sin duda una inversión de gran retorno y quienes lo entienden logran usuarios fidelizados, satisfechos, que realizan las actividades esperadas con un máximo de eficiencia y un mínimo de estrés.
Mónica Retamal.
Gerente Comercial de Inter Media
