Señor Director:
No conozco en persona a Leonardo Farkas Klein, sin embargo estoy seguro que no se aguantó. Apareció en la mina San José y regaló cinco millones de pesos a cada familia de los 33.
Seguramente Leonardo recordó a su padre que llegó a Chile como sobreviviente de la invasión alemana a Hungría durante la segunda guerra mundial. También debe haber recordado su infancia, hijo de un pequeño minero.
Farkas es un personaje de nuestros tiempos. No esconde de su mano izquierda lo que hace su mano derecha. Es auténtico, práctico y extravagante, pero por sobre todo, generoso.
Seguramente Chile sería un poco mejor si aquellos que poseen fortunas considerables fueran, en el fondo, un poco como Farkas. Sobre la forma se podrá discutir, pero en el fondo, creo que no.
Qué más directo que regalar dinero a quienes realmente lo necesitan, sin pedir nada a cambio. El aporte de Farkas a los mineros representa una donación eficaz para cubrir necesidades básicas.
Solamente en el último tiempo “Ricitos de Oro” regaló 80 millones en equipos al gimnasta Tomás González, viajó a Haití y regaló agua y alimentos, para el terremoto envió 17 camiones repletos de ayuda, y para qué decir sus aportes para la Teletón.
No sé que tanto pondrán el hombro aquellos magnates que dicen hacerlo en silencio, en forma anónima, a la antigua. Sí queda bastante claro que Farkas es un verdadero amante del género humano. Es decir, un filántropo de nuestros tiempos.
Eduardo Yáñez Morel
