Un símbolo del gobierno de centro-derecha ha sido la “letra chica” y le podríamos agregar ahora “el parche curita”. “Parche curita en el postnatal, cubre a menos de un tercio de las mujeres; “parche curita” en el 7% de los jubilados, cubre en su plenitud sólo al 60% de los pensionados; “parche curita” en el ingreso ético familiar, cubre a un tercio de los potenciales beneficiados; y ahora, “parche curita” en la educación.
La base de los cambios son US$ 4 mil millones: ¿en un año, tres años, en siete años? Adicionalmente, todo gasto permanente requiere de un ingreso similar. De acuerdo a lo escuchado, el Fondo de Educación será alimentado por partidas del Tesoro Público, del Fondo de Estabilización Social y Económica y excedentes del cobre. El segundo y tercer ítem no son ingresos permanentes. En el caso del fondo, es como se dice su nombre: un fondo que se puede acabar; y en el caso de los excedentes del cobre, dependerá del precio del mineral.
¿Cómo estos economistas neoliberales pretenden gastar presupuesto corriente con ingresos no permanentes? Al final del día: “letra chica” con “parche curita”.
La solución de verdad, Reforma Tributaria, que garantiza ingresos permanentes para gastos similares. ¿Cuánto?: de 17% a 25% en el impuesto de primera categoría. Rinde US$ 4.500 millones anuales. Esa es una reforma de verdad, no un vulgar “parche curita”.
