Aunque han pasado seis años desde la entrada en vigencia de la Ley Nº 19.966 que establece un Régimen General de Garantías en Salud, aún no es exigible la Garantía de Calidad, que deriva de la formulación del objetivo sanitario de la década: “proveer servicios acordes con las expectativas de la población”. El anuncio de la Autoridad de Salud referido a acicatear el proceso de acreditación en el Sector -principalmente público- es muy alentador, considerando que de los 24 centros acreditados actualmente, 22 de ellos son privados, quedando un número cercano a los dos mil centros pendientes.
El proceso de Acreditación, que consiste en una evaluación basada en la implementación progresiva de una primera generación de estándares mínimos -definidos por la Autoridad- es altamente virtuoso. Cada ámbito a ser evaluado contiene en su definición los alcances para el otorgamiento de una atención que cumpla condiciones mínimas de Seguridad, lo cual es medido a través de requisitos específicos llamados verificadores, que finalmente califican su cumplimiento. El proceso se inicia con una Autoevaluación generada desde el propio Centro, lo cual constituye un potente ejercicio de revisión de la práctica clínica, de la existencia y/o cumplimiento de normativas, de mirar realmente cómo se está haciendo y descubrir aquello que no habíamos antes siquiera observado. Al momento de la visita al Centro asistencial -por parte de la entidad Acreditadora autorizada por la SuperIntendencia de Salud- ya ha habido un entrenamiento de medición del quehacer con ojo crítico y corrector.
Hagamos más seguros y confiables nuestros hospitales.
Nelly Alvarado
Directora Diplomado Seguridad Clínica y Gestión de Riesgos UDP
