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¿Es usted un psicópata? Opinión

¿Es usted un psicópata?

Las injusticias, las guerras, la pobreza y casi todos los males evitables de este mundo, son producto lisa y llanamente, de las decisiones que toman muchos psicópatas que se encuentran en situaciones de poder.


Después de una intensa reunión en un Ministerio, caminaba un tanto distraído por el centro de Santiago, cuando me encuentro con la vitrina de una conocida librería. Mi vista choca con la portada de un libro titulado «¿Es usted un Psicópata?» de Jon Ronson.

Me sonreí por lo ingenioso del título y mientras miraba la portada, poco a poco la sonrisa se convertía en un rostro de preocupación.

Entré a la librería y tratando de que nadie lo notara, tome el libro con la tapa hacia abajo y me dirigí a la caja. El cajero recibió el libro y como siempre sucede en estos casos, no tenía el código del precio.

Lo siguiente que escuché fue un grito que cruzó prácticamente toda la librería: «don Ricardo, en cuánto está el libro ¿Es usted un psicópata?»

Ufff, las pocas personas que se encontraban en la librería fijaron sus miradas en  mí, con un cierto aire de terror. En tanto, mientras trataba de mantener una sonrisa inmaculada, sacaba torpemente el dinero para pagar.

«Muchas gracias» y me fui rápidamente. Por supuesto que no me animé a comenzar a leer en la calle un libro cuya llamativa portada tenía en grandes letras escrito «¿Es usted un psicópata?”, así que tomé la decisión de no abrirlo y esperar a llegar a mi casa.

[cita]Cómo no concluir que líderes «razonables» o, al menos, en la frontera de lo «normal», es lo que más hace falta hoy en día en nuestra discusión pública.[/cita]

El libro (muy bien escrito y entretenido) juega con la teoría de que, en las altas esferas de poder (político, empresarial, medios de comunicación, etc.) es donde proporcionalmente más psicópatas se pueden encontrar, ya que la falta clínica de empatía constituiría una ventaja en aquellos ambientes.

Es decir, (según el autor) las injusticias, las guerras, la pobreza y casi todos los males evitables de este mundo, son producto lisa y llanamente, de las decisiones que toman muchos psicópatas que se encuentran en situaciones de poder.

¿Qué tal? y yo, que ya empezaba a creer que el origen de todos los males del universo eran el lucro, el mercado, el binominal y la derecha reaccionaria.

Avanzando por las páginas del libro de Jon Ronson, se describe la famosa escala de evaluación PCL-R del doctor canadiense Robert D. Hare para detectar psicópatas.

La lista comienza así:

1. Locuacidad y encanto superficial; 2. Concepto elevado de la propia valía; 3. Necesidad constante de estimulación; 4. Mentiras patológicas; 5. Capacidad de engaño y manipulación; 6. Ausencia de remordimiento y sentimientos de culpa; 7. Profundidad escasa de los sentimientos; 8. Falta de empatía ….

Ufff, no pude seguir leyendo, a pesar de que aún faltaban 12 puntos más.

Pronto comencé a repasar las personalidades de algunos de mis colegas en el Congreso y… un extraño escalofrío recorrió mi cuerpo. Para qué hablar de varias de las «visitas» que recibimos constantemente en Valparaíso: ministros, ministras, dirigentes sindicales, empresarios, etc.

Ya abrumado por la lista interminable de personas que conocía y encajaban bastante bien en la escala de Hare, seguía consumido por la curiosidad, y cerrando la vista, puse el dedo al azar en otro punto de la evaluación. Abriendo muy despacio los ojos, alcanzo a leer: «16. Incapacidad de aceptar la responsabilidad de los propios actos».

¡Dios mío, así que también clasifican los dirigentes estudiantiles!

Cerrando el libro y con independencia de aceptar o no las tesis planteadas por Jon Ronson, me fue consumiendo poco a poco la sensación de que muchos de los problemas que hoy en día se manifiestan en  nuestro país, podrían tener su origen en la falta de personas «razonables» en la discusión pública.

Oponerse a la reforma tributaria sin argumento alguno, quemar micros en defensa de la educación, querer vender marihuana al alcance de todos y al mismo tiempo oponerse al tabaco, indignarse porque los indicadores sociales muestran que la pobreza ha bajado, que Parisi se encuentre tercero en las encuestas presidenciales, marcar un 19% de aprobación y decir que su conglomerado político está mejor que nunca, que sean éxito de ventas libros que dicen que la economía de mercado se acabó, o ex representantes del Mapu justificando «aumentos de capital».

En fin. Cómo no concluir que lideres «razonables» o, al menos, en la frontera de lo «normal», es lo que más hace falta hoy en día en nuestra discusión pública.

¿O acaso lo que estoy diciendo es sólo una manifestación del N° 13 de la escala de evaluación de Hare?: «Falta de metas realistas a largo plazo»…

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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