Señor Director:
Enviada nuevamente la ley para la venta de medicamentos en supermercados, el subsecretario de economía explica el tortuoso curso de la regulación: “hay grupos de intereses particulares”.
¿Cuál es el problema? Cada vez que abordamos un problema debemos debatir acerca de cosas, en este caso, medicamentos o en términos más exactos, de cuasi-objetos. Que existan intereses o inter-esse, me parece formidable. Nada de la anomia ni de la indiferencia ante la política. Pasiones y argumentos, grupos organizados y grupos en organización. De eso se trata la política y de eso también trata la ciencia y la técnica.
Cuando se denuncian los intereses se apela a un posible argumento tecno-científico puro, desinteresado, incontrovertible. Pero en ningún episodio de historia de las ciencias o de las técnicas existe ese punto de vista privilegiado, exento de controversias, libre de disidencias. En ciencia como en política los acuerdos surgen de experiencias compartidas, de confianzas recíprocas y de intensos trabajos por construir un ámbito común, un público. Sometidos a las reglas de mercados, los medicamentos parecen decir: “Arrojad los debates sobre nosotros por la ventana y éstos retornarán al galope”. Médicos, industria, pacientes, tenemos intereses y nos unimos y concertamos. Y también nos desunimos y nos desconcertamos. Y nos desinteresamos. De esos movimientos, debates, intereses y filiaciones, se teje el continuo en el que pretendemos vivir juntos, medicamentos incluidos.
Dr Yuri Carvajal Bañados
Académico Escuela de Salud Pública
Universidad de Chile
