El proyecto de ley de acreditación presentado últimamente por el gobierno, esencialmente define la acreditación de una institución de educación como una acreditación global, juntando en un sólo trámite tanto lo que actualmente se conoce como acreditación institucional como la acreditación de carreras, revisando al azar sólo dos de ellas y, si se acredita la institución respectiva, esta automáticamente acreditaría todas las demás carreras que no fueron revisadas en dicha oportunidad.
La aplicación de dicha metodología de acreditación sería menos compleja y a la vez resultaría más económica, debido a que se utilizarían menos recursos para llevarla a cabo. Sin embargo, en vez de conseguir la prolijidad deseada en el desarrollo de dichos procesos procurando evitar que ocurran las situaciones descubiertas en algunos procesos que desarrolló la CNA y que están siendo investigados por la justicia, se termina por simplificar la revisión correspondiente debilitando el proceso de auditoría respectiva.
Cabe señalar que desde su creación las agencias acreditadoras encargadas de la acreditación de carreras, han realizado un trabajo meritorio ya que han alcanzado un gran profesionalismo preocupándose de ir perfeccionando cada vez más su quehacer. Luego, cuesta entender la lógica del nuevo sistema de acreditación que se pretende instaurar, al concentrar en la nueva agencia de acreditación la responsabilidad de la acreditación global de las instituciones de educación superior.
Fernando Paredes Cajas, d.sc.
Claudio Gutiérrez Pizarro, dr.(c)
Académicos Escuela de Ingeniería Industrial UDP
