Ya reza el dicho, no hay mal que por bien no venga. Paradojalmente podría terminar siendo el oficialismo el principal beneficiado por una acusación constitucional que pesa sobre uno de sus ministros. ¿Curioso cierto?
Independiente de la pertinencia o no de la acusación constitucional contra el Ministro de Educación por su rol fiscalizador en el tema del lucro, quisiera detenerme en la oportunidad que conlleva y en su pariente más perverso: el oportunismo.
¿Oportunismo? Algunos miembros de la oposición parecieran haber olvidado cuál ha sido su forma de actuar frente a este tema y hoy les ha parecido conveniente aprovechar el momento para congraciarse con los movimientos sociales y sus demandas.
Basta con recordar las declaraciones del ex ministro de educación y ex presidente de la república, Ricardo Lagos, quien al ser consultado sobre el lucro señaló que “lo estaban haciendo, verdad, pero éramos todos inocentes palomas” , las del también ex ministro de educación, Sergio Bitar, quien reconoció que fiscalizar el lucro no era prioridad , y constatar la ausencia de proyectos y mociones parlamentarias de la concertación en relación al tema cuando eran gobierno, para darnos cuenta que en sus 20 años a la cabeza del Estado, no hicieron nada al respecto.
[cita]La escalada de este conflicto no sólo representa una oportunidad para los candidatos oficialistas, sino que lo será para todos, ya que mientras el foco de las críticas de la ciudadanía y del movimiento estudiantil recaerá en el Presidente Piñera y la ex Presidenta Michelle Bachelet, los otros candidatos podrán tomar palco de la polémica e incluso sacar dividendos al criticar y presentar sus propias propuestas para abordar los temas en cuestión.[/cita]
Y no sólo no hicieron nada para fiscalizar el lucro, sino que además no han tenido problemas en participar activamente en este mercado. A raíz de las acusaciones al ministro Beyer ha salido a la luz un documento que revela que 29 ex ministros de Educación, subsecretarios y parlamentarios de los gobiernos concertacionistas “han sido o son miembros de las juntas directivas” de universidades privadas .
¿Oportunidad?
Evidentemente la discusión podría representar una tremenda oportunidad para el oficialismo, ya que no sólo podría poner en evidencia que los gobiernos de la Concertación ignoraron y aprovecharon la situación para participar en el negocio, sino que además podrá demostrar que este es el primer gobierno en tomar medidas concretas para comenzar a fiscalizar el lucro. No olvidemos la superintendencia de educación y que actualmente existen rectores procesados y una universidad que debió cerrar.
¿Se puede decir que los cambios responden a la presión del movimiento estudiantil? Por supuesto que cumplieron un rol fundamental poniendo el tema en la agenda, pero el gobierno actual aprovechó la oportunidad histórica para comenzar a hacer cambios.
También nos podríamos preguntar ¿Cómo andamos por casa?
En cuanto a la participación de personeros de su propio sector en universidades privadas, ya se ha criticado arduamente a Cristián Larroulet, Joaquín Lavín y Teodoro Rivera, y los costos políticos y personales no han sido pocos. Harald Beyer, por su parte, no tenía carrera política previa a su designación como ministro y tampoco ha manifestado interés en seguirlo siendo, por lo que pagar un eventual costo político no debería ser su mayor preocupación.
Políticamente representa una gran oportunidad para el oficialismo el hecho de que la oposición, sin querer, se haya llevado a sí misma al ojo del huracán, en donde el foco de los próximos meses –en caso de prosperar la acusación constitucional- estará en indagar en la participación de sus 29 compañeros. A lo anterior se debe sumar la razonable desconfianza de un eventual aprovechamiento político, ya que no es fácil de creer que justo ahora, a meses de la próxima elección presidencial, la oposición se haya transformado en el mayor aliado de los movimientos sociales por convicción propia, sobre todo al considerar que uno de sus candidatos a diputados estuvo involucrado en estafa con becas Valech en UNIACC. No queda claro que hayan hecho un mea culpa ni que se hayan arrepentido.
El escenario de la oposición se vuelve más complejo al considerar que su candidata presidencial ya se encuentra desacreditada en esta materia, y que el fracaso del fallido acuerdo “bracitos arriba” le podría pasar la cuenta al retornar al país mientras este tema esté en conflicto. Ya hemos visto que la Confech ha programado su primera marcha y que el presidente de la FEUC, Diego Vela, ha cuestionado que la ciudadanía pueda confiar nuevamente en Bachelet .
Los ataques continuarán.
La escalada de este conflicto no sólo representa una oportunidad para los candidatos oficialistas, sino que lo será para todos, ya que mientras el foco de las críticas de la ciudadanía y del movimiento estudiantil recaerá en el Presidente Piñera y la ex Presidenta Michelle Bachelet, los otros candidatos podrán tomar palco de la polémica e incluso sacar dividendos al criticar y presentar sus propias propuestas para abordar los temas en cuestión.
La buena noticia es que tampoco representa una oportunidad sólo para los candidatos, sino más bien para todo el país.
Por fin, luego de décadas de vista gorda, nos vemos frente a la oportunidad de que de una vez por todas se aborde el tema del lucro en las instituciones de educación superior.
Espero sinceramente que esto nos brinde la oportunidad de conocer y discutir cómo es y cómo debería ser el sistema y que no sólo se aborde el tema del lucro, sino que también uno que, a mi juicio, es aún más relevante: la calidad.
¿Qué pensará la oposición al respecto? ¿Perseverará en la acusación constitucional o terminará, como en ocasiones anteriores, buscando excusas y dejando sin efecto la iniciativa?
