¡MALDITAS PRIMARIAS !
Crispados. Irritados. Indignados. Enojados….Resignados.
El Chile político. El país de los militantes de partidos. El divorcio entre cúpulas partidarias y bases militantes (esos que hacen la pega en las campañas). Una candidata presidencial de lujo, que tuvo que venirse a Chile para ayudar a ordenar el desorden y a quien además se la obligó a medirse en una primaria electoral…..Sin necesidad de ello por su enorme liderazgo. Y sin embargo, ahí está, recorriendo el país, conversando con la gente y mandando recados cotidianos a los partidos para que cumplan con su compromiso, aquel que firmaron en la Caleta El Membrillo, en Valparaíso, en un aniversario del recordado No y que, de guata en el piso, sus dirigentes máximos juraron que habría primarias si o si.
Y se aprobó una Ley de Primarias, pero los legisladores (inteligentes ellos) también aprobaron un resquicio: serán vinculantes siempre y cuando los partidos acuerden realizarlas. Y los partidos dijeron: «legalmente no estamos obligados a realizarlas» y con calculadora en mano, llegaron a la conclusión que era mejor caminar hacia el tradicional y cavernario acuerdo mediante negociaciones. Y ahí tenemos, a diversos candidatos disputándose el mejor derecho para mantener sus cupos actuales o ser designado candidato sin incomodidades.
Pero la gente reclama; los militantes de base apelan a los compromisos; la prensa está encima. Los dirigentes están contra la pared; los candidatos hablan con los ojos mirando al suelo…No hay como esconder la vergüenza….¡Malditas primarias!.
Probablemente, al final de cuentas se impondrá el calendario político: algunos partidos (sabemos cuáles, así que no me obliguen a indicarlos) estirarán la cuerda hasta las 23:55 pm del 19 de agosto para inscribir los candidatos (perdón, los elegidos o designados), Y la plebe tendrá que conformarse con los nombres que se les propongan. No importa la trayectoria; no interesa lo que hayan hecho. No es del caso saber si los que van a la reelección cumplieron su programa…Es lo que hay (dirá algún severo dirigente) y la gente sabrá de antemano, es decir, antes del 16 de noviembre quiénes son ya los parlamentarios electos.
Pero la gente será paciente pero no tonta. Se resignará a estos veleidosos hechos, pero más temprano que tarde pasarán la cuenta a los políticos y sus partidos. Y se abrirán las grandes alamedas.