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5 claves para la primaria

Alejandro González-Llaguno
Por : Alejandro González-Llaguno Sociólogo, analista político y encuestólogo.
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Las primarias presidenciales generan más dudas que certidumbres. La convocatoria, el que sale segundo en la Nueva Mayoría, si Allamand es o no el candidato del oficialismo y la distancia en votos que hay entre Bachelet y sus competidores directos son los principales aspectos que se van a dilucidar el próximo domingo.

Sin embargo, hay dos elementos más que están en juego: el estado de la “crisis del triple pack: representación, participación y legitimidad y la evaluación de las primarias no sólo en relación a cómo funciona en términos operativos, sino también como reforma política orientada a resolver la crisis en la que está inmersa la política de hoy.

Todos estos elementos pueden analizarse en función de 5 claves: coyuntura, participación, resultados, efectos y evaluación.

La coyuntura. El proceso de la primaria se inserta en una coyuntura socio-política que está condicionada por tres dinámicas; las toma de los secundarios, la crisis del “triple pack” y la competencia presidencial.

La “toma” de los estudiantes secundarios de establecimientos que están destinados para lugares de votación puede ser una variable que influya de manera decisiva en las primarias. Todo depende de la manera en que se resuelva el conflicto a corto plazo. Desalojo, cambio de locales y “bajada” de la toma son las alternativas que se barajan para resolver la situación. En esa dirección desalojar colegios —por medio de la violencia— es la solución más dañina; para todos. El destino de la primaria depende de la respuesta que se dé a este escenario.

La política chilena están inmersa en una crisis de representación —distancia y desprestigio—, de participación —la gente no vota— y de legitimidad —la gente no cree. La primaria, por tanto, es la oportunidad para evaluar su estado. De ese modo, podremos observar como la crisis se estabiliza, se profundiza o muestra signos de mejoría. En la coyuntura actual no hay ningún antecedente o motivo para pensar en que se comienza a revertir la crisis del “triple pack”.

La característica del debate presidencial es una variable que también podría influir —de manera positiva— en los resultados de la primaria como evento democrático. En efecto, en la coyuntura presidencial se definen aspectos sustantivos del modelo de desarrollo chileno. Por primera vez, en muchos años se discute sobre el tipo de sociedad que se va construir en las próximas décadas. Sin duda, una variable que debiera motivar a los electores.

La participación. En otros artículos he planteado que la convocatoria deberá estar —a modo de hipótesis— en torno a 1.1 y 1.7 millones. Una cifra, por tanto, que podría ubicarse en torno a 1.4 millones es razonable dados los datos disponibles. En relación a los pactos, la “Nueva Mayoría” debería superar la convocatoria del oficialismo.

Los resultados. Estos se manifiestan a dos niveles: entre los pactos y al interior de los pactos. El análisis no sólo debe considerar la cantidad de votos que cada pacto y/o candidato obtiene, sino también la distancia que se manifiesta entre unos y otros.

La diferencia de votos es significativa por el hecho de que la competencia electoral-presidencial es más competitiva en la medida en que la diferencia de votos sea menor. Al contrario, será menos competitiva en la medida en que la diferencia de votos sea más amplia. De hecho, la diferencia podría —perfectamente— ser irremontable.

Entre los pactos, son tres las competencias que tienen efectos de poder significativos para el escenario presidencial que se abre desde el primero de julio: a) qué pacto lleva más gente y que diferencia se manifiesta entre ellos, b) quién saca más votos individualmente y que diferencia se expresa entre los seis presidenciables y c) cuántos votos tiene Bachelet en comparación a los votos del ganador de la primaria oficialista y al total de dicho pacto.

Dichos indicadores, por tanto, serán una señal potente para la dinámica que va asumir el escenario presidencial post-primarias. Entonces, ¿se debilita, estabiliza, se consolida o se profundiza la ventaja que Bachelet manifiesta en las encuestas?

Al interior de los pactos también resulta interesante observar los resultados. La competencia del oficialismo “aparentemente” es más competitiva. Sin embargo, distintas encuestas dan como ganador a Allamand. Pero, como a la UDI le gusta “sorprender a Chile” hay que esperar. No sólo hay que conocer los efectos concretos que puede tener la máquina partidaria del gremialismo, sino también los efectos que puede producir la imagen de Golborne en la campaña de Longueira —principalmente, en la franja. Estas cifras darán respuesta a interrogantes como ¿qué rendimiento tuvo la interpelación recurrente al electorado de Velasco y Orrego?, ¿qué diferencia se manifestara entre Allamand y Longueira?

Golborne, aparecerá como un fantasma.

En el pacto “Nueva Mayoría” es altamente probable que la ganadora sea Bachelet. He visto encuestas que oscilan entre 56 % y 70 %. Hay optimistas, que hablan de un 80 %. En consecuencia, resulta más interesante observar quién sale segundo: ¿Velasco, Orrego, Gómez?

Sin duda, el orden de llegada y la distancia en votos entre cada uno de ellos es de suma relevancia para la correlación de fuerzas al interior de la Concertación 2.0. ¿Quién gana: Orrego o Velasco… qué distancia se manifestará entre ellos?, ¿cuánto suma Bachelet y Gómez?, ¿por quién votarán las bases del PC?, son algunas interrogantes que van a definir el curso de los acontecimientos en las post primarias.

Los efectos. Los resultados electorales de la primaria son relevantes por el hecho de que generan efectos de poder en el mapa del poder político a corto y largo plazo. Estas consecuencias son de cuatro tipos: sistema político, oficialismo, oposición y relación de poder entre la oposición y el oficialismo.

a. La primaria es otra oportunidad para evaluar la crisis de participación, representación y legitimidad del sistema político. Entonces, este evento democrático se manifestara —en esta ocasión— ¿cómo profundización, estabilización, consolidación o punto de inflexión de la crisis “en la” política?

b. En el oficialismo el efecto más relevante tiene que ver con el posicionamiento presidencial y las posibilidades reales y concretas de ganar en noviembre. Pueden quedar en buen o mal pie para la competencia parlamentaria y presidencial.

En rigor, las consecuencias positivas o negativas se expresaran fuertemente al interior de cada partido. Para la UDI, la derrota —sobre todo, si es amplia— abre un escenario interno muy complejo que pone en riesgo el rol “preponderante” del gremialismo en la política chilena.

c. Los efectos en la oposición tienen relación directa con la redacción final del programa, con la organización del comando y de la campaña, con el diseño del gobierno y con el rol de la DC en el nuevo escenario.

Sin embargo, no podemos olvidar que el rol de cada partido en este pacto no sólo es cuantitativo, sino también cualitativo.

d. La primaria pone nuevamente en juego la relación de poder entre el oficialismo —gobierno y partidos— y la oposición. En efecto, el resultado de la primaria define, de modo significativo, el escenario presidencial que se abre desde el lunes próximo. Quién tiene mejor posicionamiento es lo que esté en juego en esta primaria. ¿Es tan fuerte e imbatible el liderazgo de Bachelet?, es la pregunta clave de este evento. O, al contrario, ¿será posible vencerla?

Y de modo paralelo, los resultados también darán pistas en torno a la fuerza que tiene el “programa de la inclusión” para su implementación. Este aspecto es de suma relevancia no sólo para la inflación de las expectativas que se han ido produciendo, sino también para el rendimiento de la lista parlamentaria opositora.

La evaluación. La evaluación de las primarias es doble: gestión y rendimiento. Con el primer caso me refiero al resultado positivo o no que va tener la operación del acto electoral: ¿qué problemas operativos van a surgir?. Se espera, no obstante, que esas potenciales dificultades —muchas de las cuales ya circulan— no impacten de modo negativo la legitimidad de la primaria.

Con el rendimiento me refiero al impacto que tiene la primara sobre la crisis del triple pack. No hay que olvidar que la inscripción automática, el voto voluntaria y la primaria forman parte de la agenda política del gobierno que tiene como objetivo “vitalizar la democracia chilena”. En consecuencia, este evento dará cuenta de la efectividad de la primaria para contribuir a resolver la crisis que invade a la política chilena de hoy.

Como hemos visto, las interrogantes son múltiples. Sólo los resultados del próximo domingo podrán responder las preguntas que se han planteado y que contribuyen a generar alta incertidumbre. Lo relevante, es que la coyuntura que se abre depende de cómo se responda a cada una de esas dudas. Ahora, son los ciudadanos los que deben actuar y movilizar sus deseos y voluntades. Sus decisiones, definirán el curso de los acontecimientos de las post primarias.

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