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Los símbolos del Terrorismo de Estado Opinión

Los símbolos del Terrorismo de Estado

Excelentísima señora Presidenta Michelle Bachelet, muchos creemos que llegó el momento de ordenar a la Marina que retire del ingreso del Museo Naval de Playa Ancha, en Valparaíso, la estatua del principal golpista, almirante José Toribio Merino. Además, ordenar a la Armada cambiar el nombre al buque madre de los submarinos, que también lleva el nombre de este criminal, al igual que algunas aulas de la Marina.


Transcurridos 40 años pareciera suficiente. En Alemania, ensalzar imágenes que reivindiquen el Holocausto es un delito. La negación de esta barbarie también es un delito. Es un delito hacer cualquier mención a la masacre del pueblo judío, gitanos y comunistas.

En Alemania, Austria, Bélgica, Suiza, Luxemburgo y Francia, sus respectivas legislaciones consideran delito reivindicar estos crímenes a través de algún medio, incluyendo imágenes o símbolos. Además, sus legislaciones tienen incorporado el delito de “negacionismo”, que se define como el acto de  negar la existencia de los crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos bajo el nazismo o en otros lugares.

Entonces, Excelentísima señora Presidenta Michelle Bachelet, muchos creemos que llegó el momento de ordenar a la Marina que retire del ingreso del Museo Naval de Playa Ancha, en Valparaíso, la estatua del principal golpista, almirante José Toribio Merino. Además, ordenar a la Armada cambiar el nombre al buque madre de los submarinos, que también lleva el nombre de este criminal, al igual que algunas aulas de la Marina.

Estos hechos constituyen una vergüenza nacional e internacional. Ningún ciudadano extranjero que solidarizó con la resistencia chilena bajo el Terrorismo de Estado se explica cómo es posible que estas imágenes de muerte persistan en nuestro país.

De la misma manera, señora Presidenta, ha llegado también el tiempo de descolgar el cuadro de Augusto Pinochet, el asesino mayor y ladrón en sus tiempos libres, que aún permanece colgado en los pasillos de la Comandancia en Jefe del Ejército en el Edificio de las Fuerzas Armadas.

Usted, Excelentísima señora Presidenta, es la generalísima de las Fuerzas Armadas y le corresponde actuar.

[cita]Los países europeos que sufrieron el Terrorismo de Estado hace ya mucho tiempo que condenan en sus respectivas legislaciones la apología de los crímenes de lesa humanidad y el genocidio, mediante imágenes, símbolos, discursos, reuniones, y la negación del Holocausto.[/cita]

¿Cuáles son las honras que la Marina y el Ejército brindan a estos personajes? Es la transición pactada en 1989 con Pinochet. Se podría comprender que recién terminada la dictadura se tranzaron principios con los dueños de las armas amenazantes, pero no se entiende que esto siga ocurriendo 40 años después.

En Argentina, el presidente Néstor Kirchner tuvo el valor de derribar estas imágenes que representaban el horror en una noticia que recorrió el mundo. La permanencia en Chile de la estatua y el nombre de Merino al buque madre de submarinos, y el retrato del dictador en la galería de honor del Edificio de las Fuerzas Armadas, significan una grave ofensa a los luchadores caídos, a sus familias, a quienes sobrevivimos el espanto, a quienes sufrimos el destierro, y a la comunidad internacional que rechazó a estos personajes y lo continúa haciendo. ¿Qué sucede con la Esmeralda cada vez que recala en algún puerto del mundo? No la reciben con rosas. ¿Cómo trató la prensa internacional a Pinochet mientras estuvo arrestado en Londres? Simplemente de criminal.

Un país que se precia de jugador en las grandes ligas (harto mal jugador), que trata de arrimarse al poder de Occidente, no puede mantener esta afrenta a una franja importante de su sociedad que nos sentimos agraviados por ello.

Ha llegado el momento de decir ¡basta! Se ha iniciado una campaña para borrar del mapa esas imágenes del Terrorismo de Estado. Así como se eliminó el nombre de la Avenida 11 de septiembre, fecha marcada con la sangre de más de 4 mil asesinados, desaparecidos y torturados.

La permanencia de estas imágenes viola el artículo 19 N°1 de la Constitución Política de la República, que, entre otros puntos, asegura “la integridad síquica” de las personas. Y la permanencia de estos símbolos claramente ha provocado y sigue provocando un daño sicológico a las víctimas de la dictadura.

Acudir a los tribunales mediante un recurso de protección por este motivo, está además amparado en el artículo 19 N° 14 de la Constitución, que contempla “el derecho de presentar peticiones a la autoridad sobre cualquier asunto de interés público o privado, sin otra limitación que la de proceder en términos respetuosos y convenientes”.

Si los tribunales chilenos declararan no admisible el recurso, o al admitirlo fallaran a favor de la Marina y el Ejército por mantener sus símbolos, quedaría agotada la instancia judicial y ello abriría el camino para que cualquiera de los familiares de los caídos o algún sobreviviente, recurra a la Comisión Internacional de Derechos Humanos, con el fin de que su Corte pueda fallar en contra del Estado chileno recomendando la desaparición de estos emblemas.

En 2002, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia del Consejo de Europa (CERI), recomendó a los países de la Unión Europea que incorporaran en sus respectivas legislaciones la represión de la negación del Holocausto, su minimización grosera y la justificación o la apología pública mediante imágenes o símbolos de los genocidios y los crímenes de lesa humanidad y de guerra.

El 16 de junio de 2010, el Juzgado Penal N° 23 de Barcelona (Ciudad de la Justicia) condenó a Aitor R.E., de 23 años, a dos años de cárcel y una multa de 1.200 euros por un delito contra los derechos humanos y otro de apología del genocidio. La condena fue por difundir a través de internet imágenes de Hitler y documentos del nazismo, justificando el exterminio de judíos.

En marzo de 2011, un turista canadiense fue arrestado, multado y requisada la tarjeta de memoria de su cámara fotográfica, por subirse a las escalinatas del Reichstag donde funciona el Parlamento alemán en Berlín, y hacerse fotografiar haciendo el saludo nazi y gritando Heil Hitler.

Los tribunales constitucionales de Alemania, Bélgica y España, así como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, han afirmado que los delitos de negacionismo tienen rango constitucional, al referirse a la incitación indirecta al odio que inspira la negación del Holocausto a través de diversos medios.

El 11 de julio de 2011, un tribunal de Alemania condenó al obispo Richard Williamson, de 71 años, a pagar una multa de 6.500 euros por negar en una entrevista el Holocausto y la existencia de cámaras de gas en los campos de concentración nazis.

En 2005, el Bundestag (Parlamento alemán) aprobó el endurecimiento de las penas por apología del nazismo y una restricción del derecho de reunión y expresión, para evitar las manifestaciones de los grupos nazis.

Como se aprecia, los países europeos que sufrieron el Terrorismo de Estado hace ya mucho tiempo que condenan en sus respectivas legislaciones la apología de los crímenes de lesa humanidad y el genocidio, mediante imágenes, símbolos, discursos, reuniones, y la negación del Holocausto.

Usted, Excelentísima señora Presidenta Michelle Bachelet, que vivió también el Terrorismo de Estado al igual que su señora madre y su padre, tiene esta vez la oportunidad de igualar las conductas de las democracias del Viejo Mundo, para limpiar la cara de Chile de estos símbolos que representan el máximo nivel de la barbarie humana.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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