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Quiéranse, cuiden lo que tienen

Patricia Politzer
Por : Patricia Politzer Periodista y ex Convencional Constituyente.
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Hoy se habla del fin de una era, de un nuevo ciclo, de un momento de inflexión. Algunos miran con desconfianza, otros con esperanza. De todos depende que esta oportunidad no se frustre.


“Quiéranse, cuiden lo que tienen”. Ese fue el mensaje del Presidente José Mujica al terminar la transmisión de mando en el Congreso Nacional.

Quizás a muchos jóvenes esta frase no les impresione, pero el mandatario uruguayo sabe de qué habla. Ex integrante del movimiento Tupamaros, pertenece a la generación que vivió el horror de las dictaduras latinoamericanas, pasó 15 años en la cárcel y aprecia la democracia en toda su dimensión. De allí la importancia de sus palabras al culminar el traspaso del poder entre Sebastián Piñera y Michelle Bachelet.

Desgraciadamente, en el mundo son mayoría los países que no gozan del privilegio democrático. Las dictaduras y la violencia son pan de cada día para millones de hombres y mujeres de los distintos continentes. Por eso, los gestos y símbolos de este martes tienen una tremenda relevancia.

Ninguno de los dos Presidentes duda en acercarse a la gente que los aplaude en las calles. Aunque los guardias de seguridad se ponen nerviosos, lo cierto es que en Chile ninguna autoridad teme andar por las calles, ¡cuántos invitados envidian esta realidad!

[cita]Hoy se habla del fin de una era, de un nuevo ciclo, de un momento de inflexión. Algunos miran con desconfianza, otros con esperanza. De todos depende que esta oportunidad no se frustre.[/cita]

La salida del Salón de Honor del ex Presidente, convertido nuevamente en un ciudadano más, es un momento conmovedor. Y Sebastián Piñera quiso subrayarlo aún más al abandonar el Congreso manejando su propio auto. Gran gesto.

“Chile ha cambiado y seguirá cambiando…”, esta frase podría ser un lugar común; sin embargo, en el discurso de la presidenta del Senado, Isabel Allende, adquirió un sentido profundo. Hace 40 años, su padre moría en La Moneda durante el golpe militar, ahora ella le entregaba la banda presidencial a otra mujer socialista.

En el ajetreo diario suelen pasar inadvertidas las transformaciones vividas en la última década. Algunas quedaron en evidencia este 11 de marzo a través de diversos hitos: la primera mujer Presidenta vuelve a La Moneda al ser reelegida tras un Gobierno de derecha; por primera vez una mujer preside el Senado; asume una ministra comunista –Claudia Pascual– después de cuatro décadas; la Cámara de Diputados elige a un vicepresidente comunista –Lautaro Carmona– después de 43 años; en el Congreso Nacional se instala una mayoría sustancial de parlamentarios oficialistas como no existía desde 1965, lo que permite la aprobación de diversos cambios legales pendientes desde el retorno a la democracia; una nueva generación política ocupa puestos claves en diversos ámbitos, incluida la derecha. El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, recién cumplirá 40 años en diciembre próximo, pero ya tiene una amplia experiencia como jefe de gabinete de Michelle Bachelet durante su primer mandato; ex dirigentes estudiantiles –Karol Cariola, Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Camila Vallejo– se convierten en diputados tras liderar las manifestaciones masivas que instalaron los problemas de Educación en la principal prioridad del Gobierno entrante, lo mismo ocurre con el líder de las protestas de Aysén, el dirigente de los pescadores, Iván Fuentes.

Tiene razón la presidenta del Senado, Chile cambió, y la mayoría espera que siga cambiando.

Muchos se emocionaron frente al efusivo abrazo entre Michelle Bachelet e Isabel Allende. Sin duda en ese instante se hicieron presentes el Presidente Salvador Allende y el general Alberto Bachelet. Quizás las dos pensaron que nunca, desde el retorno a la democracia, estuvieron tan cerca las grandes reformas para retomar el rumbo de aquel país más justo y más igualitario, que se intentó construir hasta que el golpe militar terminó con los sueños.

Hoy se habla del fin de una era, de un nuevo ciclo, de un momento de inflexión. Algunos miran con desconfianza, otros con esperanza. De todos depende que esta oportunidad no se frustre.

Al igual que el Presidente uruguayo, las dos principales autoridades del país –Michelle Bachelet e Isabel Allende– saben que es crucial querernos, y cuidar lo que tenemos.  Ojalá lo sepan también los opositores…

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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