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Mi pregunta es a la vena… la educación en este país ¿es un derecho?

Mi pregunta es a la vena… la educación en este país ¿es un derecho?

Se llenan la boca dando discursos por redes sociales, diciendo que están comprometidos con el tema, pero realmente nos sentimos apartados de una sociedad que supuestamente es para todos, y de un Estado que no cree en nuestras capacidades ni en este tipo de sistema educacional que, por cierto, me hace feliz, la pasó bien, y aprendo más que en un establecimiento ‘’tradicional’’.


Hoy vengo a hablar de una situación que me tiene bastante intrigado, mi nombre es Marco Hidalgo, joven cantautor de 17 años, nacido en Los Andes (V región) y actual ciudadano de una ciudad amada y odiada por muchos llamada Santiago. Desde chico me interesó el arte, de tal manera que empecé a componer canciones a los 14 años, y a los 16 publiqué mi primer videoclip y EP. Soy estudiante de 4to medio de la Escuela de las Artes y la Tecnología de Maipú (EAT), establecimiento educacional no reconocido por el Ministerio de Educación.

Hace unos días revisaba mi Twitter y me enteré de la situación actual del Liceo Experimental Artístico (LEA), emblemático liceo que por más de 40 años ha entregado herramientas a jóvenes artistas para vivir su pasión, y como alumno de uno de estos establecimientos experimentales no pude evitar referirme a este tema. Amigas y amigos, tengo que contarles mi experiencia en este asunto; en este cuento hay dos historias, una bonita y una fea, empezaré contándoles la parte bonita.

Los colegios artísticos y experimentales imparten asignaturas didácticas, las mismas que se entregan, por ejemplo, en el Instituto Nacional, pero aparte se agregan horas de asignaturas artísticas, como, por ejemplo: danza, música, teatro y artes visuales. En estos establecimientos existe lo que se llama libertad de expresión, lo que significa que no se usa uniforme, esto quiere decir que no hay reglas respecto a la vestimenta, al pelo, al maquillaje o lo que sea. También en estos establecimientos se potencian las capacidades de los jóvenes, entregando conocimientos técnicos y teóricos, además de valorar el oficio. Asimismo, hay una convivencia increíble entre toda la comunidad, entre inspectores, profesores, alumnos, auxiliares, etc.

Pero también está la parte fea, que más bien es horrible y denigrante: estos establecimientos no cuentan con el reconocimiento del Estado, la mayoría de estos son particulares/autogestionados, o pertenecen a una corporación de educación municipal. Aparte de esto, muchos tienen una infraestructura deficiente, debido a la poca ayuda que reciben económicamente. En gran parte, las herramientas con las que trabajamos son las que nosotros mismos, o incluso profesores, tenemos que comprar y donar para trabajar de manera decente..

Por días he visto a distintos artistas famosos ‘’apoyar’’ la causa de salvar al LEA, con el conocido hashtag #SalvemosalLEA, pero mi pregunta es directa: ¿realmente están comprometidos con TODA la educación experimental?

Porque antes de que esta situación se hiciera más conocida, no veía a ninguno de ellos ofrecer ayuda, no veía a ninguno referirse al tema. Esto no es resentimiento, no, señores, no lo es. Al contrario, me encantaría que ellos se dieran una vueltecita por estos establecimientos de vez en cuando, que nos regalen un concierto, que nos den una charla o algo así. Pero no, la realidad es distinta, eso no ha pasado y tampoco está pasando. Se llenan la boca dando discursos por redes sociales, diciendo que están comprometidos con el tema, pero realmente nos sentimos apartados de una sociedad que supuestamente es para todos, y de un Estado que no cree en nuestras capacidades ni en este tipo de sistema educacional que, por cierto, me hace feliz, la paso bien, y aprendo más que en un establecimiento ‘’tradicional’’. Pero, bueno, siguiendo con el tema anterior, a nosotros no nos sirve que un conocido artista nacional, muestre una camiseta con el hashtag #SalvemosalLEA, es un lindo gesto pero no nos ayuda. A nosotros nos sirve que estén a la par con nosotros, que estén en terrero, que nos ayuden realmente. A mí me encantaría que mi música fuera más conocida para causar el mismo revuelo que causarían ellos si hicieran lo que dije anteriormente, apoyar realmente. Tal vez soy un pendejo que no lo conoce nadie, pero esto es un compromiso, la pasión por defender el arte.

En fin, quiero despedirme diciéndoles lo siguiente: no escribo esto solo por escribirlo, lo hago porque amo el arte y porque vivo de él, porque estoy viviendo la situación, y porque me gustaría que todos fuéramos conscientes del gran trabajo y el gran proyecto que hay detrás de la educación experimental. Se agradecería que su compromiso fuera real y fuera para para todos; los invito a usar el siguiente hashtag #SalvemosLaEducaciónExperimental.

Aguante LEA, a no bajar los brazos compas!

*Publicado en labatalla.cl

 

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