La pequeña minería es un buen negocio para Chile. La Pyme minera supera en rentabilidad a la mayoría de las Pymes chilenas, pero su negocio es inestable pues depende de la demanda externa.
En los últimos tres meses, 198 pequeños productores mineros han cerrado sus faenas por la baja del precio del cobre. El miércoles pasado las asociaciones mineras, que agrupan a unos mil 400 socios, protagonizaron una protesta con escaso impacto, ahogada por un centralismo anacrónico.
La pequeña minería es un buen negocio para Chile. La Pyme minera supera en rentabilidad a la mayoría de las Pymes chilenas, pero su negocio es inestable, pues depende de la demanda externa. Por esa razón, el año 2003 se dio forma a una política de fomento. Se estableció un mecanismo para definir un precio de sustentación del metal rojo, que atenuara los ciclos de precios bajos. No es un bono o un subsidio, sino un crédito sectorial entregado a través de Enami. Se otorga en los ciclos de precios bajos y los mineros lo restituyen en los ciclos de bonanza. Ese precio era determinado por un comité de expertos convocado por el Ministerio de Hacienda. El mecanismo operó en dos ocasiones y dicho crédito fue devuelto en su totalidad. Incluso, en años recientes, esa devolución excedió en casi un 1,5 millones de dólares a los créditos recibidos.
[cita] La pequeña minería es un buen negocio para Chile. La Pyme minera supera en rentabilidad a la mayoría de las Pymes chilenas, pero su negocio es inestable, pues depende de la demanda externa.[/cita]
Ahora la autoridad económica modificó el precio de referencia o sustentación estimado en el Presupuesto de este año por el comité de expertos –3,07 dólares– y lo fijó en 2,73 dólares la libra. Este cambio unilateral del precio de sustentación ayuda a explicar el cierre de faenas en numerosas comunas. Lo que Hacienda tampoco ha considerado, es que se trata de emprendimientos realizados en pequeñas comunas altamente dependientes de esta labor extractiva. Un ejemplo: Taltal genera el 60% de la producción de la Pyme minera de la Región de Antofagasta. Cada uno de los casi 800 productores en ejercicio emplea, directamente, un promedio de 10 a 15 trabajadores. Pero se suman los trabajadores del transporte, talleres, servicios y comercio. Sin minería, Taltal no es sustentable. Los mineros de Tocopilla están en una situación aún más dramática. Es una realidad que se repite en las Regiones de Atacama –que concentra la mayor cantidad de Pymes mineras del país–, así como en las zonas de Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins.
Hay otros aportes no valorados. Las comunas mineras suelen ubicarse en zonas aisladas, de difícil acceso y duras condiciones de vida, contribuyendo a la ocupación más equilibrada del territorio nacional, generando identidad y pertenencia. En el pasado el norte chileno vio surgir los pueblos fantasmas, deshuesados por los especuladores o destruidos por el viento y el olvido. Repetir la historia es seguir en el siglo XIX.
