Señor Director:
Resulta fundamental para quienes deseamos contribuir al crecimiento y fortalecimiento de la Universidad Católica considerar distintos desafíos que debemos afrontar para aportar cada día más al país. Uno de ellos es hacer de la UC una universidad en donde se garantice la participación efectiva de su comunidad en la toma de decisiones.
En ese sentido la democracia le entrega a lo menos dos bienes a las comunidades universitarias. En primer lugar el control de los poderes que se desenvuelven en la institución y en segundo lugar, la valoración y respeto a las personas que la componen, porque les brinda capacidad de determinación respecto de su destino comunitario y también porque instala el respeto a sus miembros como un límite infranqueable para las medidas que pueden ser tomadas.
Por lo anterior, resulta esencial desmentir las caricaturas que se plantean sobre la democracia universitaria y reivindicar la idea de que la UC sí puede transformar sus estructuras en espacios que sean más abiertos, dialogantes, transparentes y en donde todos sus miembros puedan desarrollar, nutrir y resguardar la coherencia de su proyecto educativo. Por ejemplo, se ha dicho que una UC más democrática deja el desarrollo de su proyecto educativo en manos de “mayorías o voluntades políticas” o inclusive, que la democracia “hace vulnerable a la universidad”.
Este tipo de afirmaciones son fruto de la incapacidad para comprender la profundidad de los problemas en los que se ha visto envuelta nuestra casa de estudios. Creemos que la potestad sin control alguno que se manifestó en este mes por parte de algunas autoridades de nuestra universidad, las pocas garantías para la mantención de la diversidad intelectual en su composición y la falta de respeto al tomar medidas de gran connotación a espaldas de la comunidad, como lo fue la situación vivida por el profesor Costadoat SJ, son hechos que han vuelto vulnerable nuestra institución educativa y ha dejado en entredicho su rol público.
Finalmente se extrañan los tiempos en que la participación democrática de la comunidad universitaria llevó a la UC a hacer noticia por la vinculación de su proyecto educativo con la población más desposeída de nuestro país, a diferencia de hoy, que lo hace por algunos de sus ex alumnos envueltos en juicios por fraude tributario o la falta de capacidad para asegurar la libertad de cátedra dentro de sus aulas.
José Miguel de la Vega
Consejero Territorial NAU Ingeniería UC
Presidente Consejo Ejecutivo
