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Escala en Santiago

Alejandro Guillier A.
Por : Alejandro Guillier A. Senador, Presidente de la Comisión de Minería y Energía del Senado.
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Paradoja flagrante. Justo cuando la Presidenta Bachelet recorría la muestra-taller “Expo Regiones”, donde cada Gobierno Regional procuró mostrar lo mejor de cada punto del territorio nacional, la empresa aérea Sky anunciaba la suspensión de sus vuelos entre Antofagasta, Iquique y Arica. Ya antes había ocurrido lo mismo con los vuelos Antofagasta a Calama, Copiapó y La Serena.

En breve, para viajar de Antofagasta a Arica en avión es preciso pasar por Santiago. Dos mil trescientos kilómetros tributables a favor del centralismo asfixiante que caracteriza a nuestro sistema institucional y económico. De hecho, de aquella ya mítica jornada del 7 de octubre del 2014, cuando en el salón de honor del Congreso Nacional la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización dio a conocer sus conclusiones, hemos pasado del delirio regionalista al frío antártico. El caso Sky es un ejemplo.

[cita]Hay, desde luego, legítimas sospechas de que, tras estas suspensiones de vuelos, grupos de interés privado buscan presionar a la autoridad para lograr algún subsidio. Otros argumentarán que, como tenemos conectividad terrestre, no podemos poner el tema como asunto de Gobierno.[/cita]

La conectividad es una condición precaria en las regiones extremas. A estas alturas resulta un “problema país”. Se hace evidente, otra vez, el vacío o falta de diseño estratégico y de instrumentos efectivos del Estado para abordar el desarrollo de Chile y sus territorios. Queda en evidencia que las razones económicas son tomadas por los privados en atención a consideraciones de rentabilidad y centralismo. Hay, desde luego, legítimas sospechas de que, tras estas suspensiones de vuelos, grupos de interés privado buscan presionar a la autoridad para lograr algún subsidio. Otros argumentarán que, como tenemos conectividad terrestre, no podemos poner el tema como asunto de Gobierno. Otros supondrán que es probable que en temporada alta vuelvan a establecerse estas frecuencias aéreas. Puras especulaciones. El asunto se cortó en Santiago y dentro de los muros de la casa central de la empresa se saben los verdaderos motivos detrás de este nuevo perjuicio a las regiones extremas.

No es necesario decir que con este tipo de decisiones se hace más difícil planificar una estrategia de desarrollo para el norte de Chile. O que Chile carece de una institucionalidad pública y/o de proyectos privados que puedan aportar un horizonte de previsibilidad que dé sentido a sus emprendimientos. En lo inmediato, determinaciones como las anunciadas por la aerolínea Sky atentan contra el fomento productivo regional, el fortalecimiento de la industria local, por cierto, el turismo, y el desarrollo de los clusters. También la empresa Sky ha girado contra los posibles vínculos de asociatividad productiva en el Norte Grande.

El dato duro es que esta aerolínea atentó contra el proceso de descentralización anunciado con tanto boato en el Congreso, pero que cada día navega con más trabas e impedimentos, mientras el Estado sigue sin asumir el necesario protagonismo y la proactividad que supone una agenda de desarrollo descentralizada y sustentada en un diseño regional.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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