«En relación con la Ley Corta contra la Delincuencia, que es quizás lo más gravitante en esta materia, es fundamental hacer un llamado para que el Ejecutivo le ponga Urgencia y que el Senado la apruebe a la brevedad».
Distintas encuestas muestran que la delincuencia lidera las preocupaciones de los chilenos y, aunque se aprecia una disminución en algunos delitos, la sensación de inseguridad aumenta. En este contexto, como miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara, he generado propuestas e iniciativas que progresivamente ayuden a resolver esta problemática.
En relación con la Ley Corta contra la Delincuencia, que es quizás lo más gravitante en esta materia, es fundamental hacer un llamado para que el Ejecutivo le ponga Urgencia y que el Senado la apruebe a la brevedad. Esta normativa es importante porque modifica al actual Código Penal para que los robos con violencia realizados por primera vez sean sancionados al menos con un año de cárcel, y a que los reincidentes sean privados de libertad por dos tercios del total de la condena antes de postular a la libertad condicional.
Además, endurece las penas para delitos de alta connotación social y considera los controles preventivos de identidad. Esto último busca certificar si una persona presenta una de las 66 mil órdenes de detención pendientes. Ante la inicial resistencia de algunos sectores, hubo consenso en la Cámara pues un 86% de la ciudadanía se manifiesta a favor de esta medida (Encuesta Cadem). Cabe recalcar que la identidad puede ser revisada con cualquier método plausible: una licencia de conducir por ejemplo, no descartando inversiones para implementar medios biométricos como la huella digital.
En relación con los recursos para combatir la delincuencia, es crucial conocer la realidad de cada territorio. Como diputado recorro y visito juntas de vecinos, ferias y clubes de adulto mayor, conozco particularmente la situación de comunas como Conchalí, Huechuraba, Renca, Recoleta e Independencia, entre otras, por lo que considero imperativo destinar más recursos precisamente allí, donde los vecinos y vecinas sufren las graves consecuencias del microtráfico, el incumplimiento de la ley de armas, los asaltos y la victimización en general.
Por otra parte, y quizás un aspecto al que no se le presta toda la atención que requiere, la rehabilitación y reinserción social son ejes fundamentales que en el mediano plazo permitirán que Chile mejore sus índices en la lucha en contra la delincuencia.
Finalmente, aunque no por ello menos importante, están la necesidad de aumentar las facultades de Carabineros para que pueda combatir efectivamente la delincuencia, y la necesidad de reformular las tareas que realizan sus efectivos, pues miles de horas hombre son destinadas a tareas administrativas que no contribuyen a la prevención del delito.
La lucha contra la delincuencia debe tener un trabajo coordinado de los poderes del Estado, el Ejecutivo –a través de la Subsecretaría de Prevención del Delito- debe reforzar esta labor y destinar más recursos a la seguridad. Mientras, y en lo que respecta a los parlamentarios, es importante destacar que hemos conformado una bancada transversal comprometida con este objetivo.
