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Conicyt y el gobierno detrás de un escritorio

Por: Pablo Aguayo Westwood, Profesor Asistente, Facultad de Derecho, Universidad de Chile


Señor Director:

Estamos a pocos días de que se abra el concurso de “FONDECYT Inicia” y por tal motivo decidí actualizar mi datos en la plataforma de CONICYT. Lo primero que descubrí es que tengo duplicidad de identidad en el sistema. Hace ya cinco años creé una cuenta para postular al concurso del doctorado en el extranjero con una cuenta de correo gmail. Ya de vuelta en el país un querido colega mi invitó a ser parte de su FONDECYT Regular” y utilizó mi email institucional para dicha invitación. De alguna forma se cruzó la información y ahora tengo dos usuarios con dos claves pero ninguna de ellas funciona. En cada cuenta me pide actualizar mis datos, pero al intentar hacerlo me dice que el rut ya existe.

Gasté aproximadamente cuatro a cinco horas tratando de llamar por teléfono durante dos días consecutivos después de que la respuesta formal de la plataforma de ayuda de CONICYT fuera “cambie su email” y mi estado “asunto resuelto”. Claramente el o la ejecutiva de ayuda o bien no entendió mi solicitud de eliminar una de las cuentas, o bien no la leyó derechamente. Obviamente que al intentar cambiar el e-mail aparecía el siguiente mensaje: “e-mail ya registrado”.

En resumen, doble identidad en la plataforma, horas tratando de comunicarme por teléfono y varios mensajes por medio del sistema que no resolvían mi situación. Frente a lo anterior decidí ir personalmente a las oficinas de CONICYT. Pude hacerlo porque trabajo en la Plaza Italia y mi empleador me permite hacer ese tipo de trámites a medio día. Al llegar a las oficinas de CONICYT me encuentro con el primer obstáculo: un escritorio enorme a la entrada en el que se me pregunta a qué voy. Trato de explicar mi situación, pero por la cara de la persona que me atiende creo que no se da por enterada. Creo que son personas de una empresa externa de seguridad que no deben manejar temas técnicos. Después de unos minutos se comunica con alguien por teléfono y le explica mi problema, aunque claramente lo que ella había entendido era algo totalmente diferente a lo que yo le expliqué. Normal, alguien que llega a decir que tiene duplicidad de identidad en el sistema debe ser algo que es difícil entender de buenas a primeras. Luego de un buen rato me hace pasar al tercer piso. En el ascensor me cruzo con dos mujeres de mediana edad que se notaba que venían de fumar y tomar café. Se bajan en el mismo piso y yo le pregunto a una de ellas que si sabe dónde se encuentra la mesa de atención a público, frente a lo cual responde “la mesa soy yo”. No quiero abusar del lector con estas líneas, pero imagínese por un momento mi intento de explicar la situación. Incluso un escritor dadaísta se hubiese compadecido de mí.

Ante todo mi situación es privilegiada. Vivo y trabajo en Santiago y puedo ir directamente a las oficinas de CONICYT, aunque tenga que enfrentarme a varios escritorios y mesas de ayuda antes de resolver mi situación. Creo que tanto la plataforma de ayuda como la (no) asistencia telefónica son pésimas. Personas que no están al tanto del asunto y llenas de secretismo sobre los procedimientos que deberían ser públicos. Por ejemplo, frente a mi pregunta de si preparo mi proyecto con las bases del año de anterior, la persona que se autodenominó “mesa de ayuda” me dice que no puede decírmelo. Ante mi otra pregunta de cuándo se abrirá el concurso este año… me responde que es información que no puede decirme.

Solo pienso en lo investigadores que están fuera de Chile, o incluso en regiones. La impotencia de no recibir respuesta a sus solicitudes, la poca publicidad de las decisiones y los fallos de los concursos. ¿No deberían ser públicos los proyectos adjudicados para uno saber qué es lo que se espera? ¿No debería uno saber con antelación sobre qué bases formular su proyecto? Solo espero que este año no me toque ir a luchar con la burocracia y con quienes gobiernan detrás de los escritorios.

Pablo Aguayo Westwood, Profesor Asistente, Facultad de Derecho, Universidad de Chile

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