Señor Director:
Hablar de este término hoy resulta como un sueño, tal vez muchos de nosotros tiene un cierto temor de que nuestros hijos quieran estudiar odontología o medicina, carreras que hoy por hoy tiene un valor aproximado de $5.200.000 anuales, inaccesible para muchos, endeudable para otros. Es cierto que hoy existen muchas nuevas alternativas para ser un profesional, los Institutos y Centros de Formación Técnica habilitan rápidamente al trabajo y son menos costosos, pero lograr gratuidad universal vendría a ratificar la educación como un derecho para todos, sin discriminación ni al más pobre ni al más rico porque a todos nos cuesta pagar la educación de nuestros hijos y todos sin excepción deseamos lo mejor para ellos, que ojalá estudien algo que los haga personas felices, integras, no solo personas adineradas y partiendo de esa premisa es que la Educación Superior en Chile debe caminar.
Alejandra Vidales Saez
Directora centro de Aprendizaje
Santo Tomás San Joaquín