Señor Director:
Habiendo transcurrido un año desde que comenzaron las primeras emanaciones de gases tóxicos en un amplio sector de la ciudad de Antofagasta (Liceo Industrial, Jardín Infantil Caracolito, Biblioteca Pública, Compañía de Bomberos, Carabineros, Cesfam Rendic) que abarca a miles de afectados, aún no hay soluciones que ayuden a determinar la fuente contaminante y la suspensión de sus labores.
Las mediciones realizadas han detectado ácido clorhídrico y ácido sulfhídrico, ambos gases de origen orgánico en cantidades inferiores a las permitidas por la norma pero que, aun así, hacen irrespirable el aire del sector, irritando las vìas aéreas y oculares de los afectados, generando vómitos, desmayos y dolores de cabeza.
La CMDS se ha declarado incompetente para investigar y sancionar el origen de estas emanaciones, la Seremi de Salud realiza mediciones y levanta actas de sus visitas, la Onemi imparte algunos lineamientos, Bomberos se presenta en el lugar y declara la emergencia, La PDI estableció un monitoreo al interior del Liceo con un experto traída desde la capital, los estudiantes han organizado jornadas de lápices caídos en señal de protestas. Al Seremi de Medio Ambiente no lo conocemos, Bomberos ha lavado los ductos de alcantarillado en conjunto con la Seremi de Salud. Mientras tanto cada día hay que evacuar porque las emanaciones no solamente siguen, sino que han aumentado su frecuencia e intensidad.
Alguien o varios no están haciendo la pega, un año es tiempo suficiente para resolver un problema de salud ambiental que no sabemos qué problemas nos traerá a futuro.
Un año de emanaciones y estamos exactamente en el mismo punto cero del principio.
Marcos Alfaro Godoy
