Señor Director:
La Universidad de Chile es propietaria de aproximadamente 48 hectáreas que conforman el Observatorio Astronómico del cerro Calán. El predio fue recibido en donación en 1954 junto con derechos de agua (30 litros por segundo) con el compromiso de habilitar y mantener un área verde, con árboles y jardines, además de instalar el Observatorio.
Al momento de recibirse del predio, el Rector, don Juan Gómez Millas, a nombre de la U. de Chile se comprometió a que en un plazo fatal de cinco años, los derechos de aguas cedidos iban a dar lugar a obras en equipos de bombeo y almacenamiento destinadas a la irrigación del cerro, para su transformación en un Parque. Digo fatal, pues en caso que lo anterior no se hubiere cumplido, los terrenos donados pasarían a ser propiedad de la Municipalidad de las Condes.
Han transcurrido 61 años desde la firma de ese acuerdo de donación, y el resultado está a la vista. El cerro Calán está completamente abandonado, no cuenta con elemento alguno para elevar el agua cedida, y en consecuencia, no hay “área verde”. Durante el pasado verano, el recinto sufrió dos incendios que amenazaron casas vecinas.
El predio de 48 hectáreas se ubica en medio de una de las comunas que cuenta con mayores recursos. Si se habilitara el Parque Calán con senderos, árboles y jardines, aspiración de todos los vecinos, estaríamos en presencia de un terreno de un tamaño sólo superado por el Parque Metropolitano, y con una vista excepcional desde su cumbre.
La Universidad de Chile ha mostrado un desinterés total por el cerro. Los cierros están en completo deterioro. El predio se encuentra plagado de antenas para celulares, permitiendo que el propietario cobre al año la suma de 7.650 UF. Ello equivale a aproximadamente $ 200.000.000, monto que ha sido informado por la misma Universidad de Chile. Si no es lucrar ¿cómo podría llamarse esto? Una quinta parte de esa suma es lo que valdría la inversión en bombas y estanques para regar el cerro y habilitar el parque Cerro Calán.
Lamentable es también la negligencia que han demostrado las autoridades de la Municipalidad de Las Condes por no hacer valer los derechos que el Acuerdo de Donación les otorga, y recuperar para sí un terreno que legalmente le pertenece, por las razones expuestas.
Las condiciones en que se encuentra el Observatorio Astronómico no se compadecen de lo que una instalación de educación superior se merece. La gran cúpula que es visible desde los pies del Observatorio y que debiera albergar un telescopio es, en realidad, una bodega y basurero de equipos en espera de ser dados de baja. Además las aguas servidas no se evacuan por red de alcantarillado, con las consecuencias ambientales imaginables.
Héctor Romero Silva
