Señor Director:
No todos los académicos tienen la suerte que tengo yo. Pertenecer a una universidad donde tanto la libertad de expresión como la de cátedra son plenamente respetadas es una situación excepcional en el sistema educacional chileno, sobre todo si nos restringimos a las universidades privadas.
Por lo mismo, y dado que nos encontramos en el año en el cual se discutirá la reforma al sistema de educación superior, me parece de suma importancia instalar el tema de la libertad académica dentro del debate público ¿Debe el estado entregar de manera directa o indirecta recursos a instituciones que impongan un sesgo político o religioso a sus académicos? En mi opinión, la entrega de dineros debe implicar no sólo un control financiero a las universidades sino también una revisión periódica que permita asegurar que en dichas universidades se respete unos de los principales ethos que componen una universidad: la libertad de pensamiento.
Franco Basso S, Académico Ingeniería Industrial UDP
