Publicidad

Los niños no importan

Yasmin Gray
Por : Yasmin Gray Abogada, Universidad del Desarrollo
Ver Más


No es sólo que los niños no voten. Es que no constituyen un grupo de interés. No son sujetos activos de lobby. No tienen el poder de detener el tránsito en la Alameda o en las carreteras. Nunca los veremos poniendo en peligro la realización de trámites esenciales, la atención de salud o la economía del país.

Y es por eso que nunca el Servicio Nacional de Menores tendrá la misma importancia que otros grupos de presión. Para qué, si los niños que van a parar ahí son puros ‘cachos’ y futuros delincuentes. Para qué vamos a exigirle al SENAME que cumpla con su cometido y administre bien sus recursos, si hagan lo que hagan todo seguirá igual. Que siga el SENAME sometido al arbitrio de los caprichos políticos del gobierno de turno en vez de ser reformulado para que tenga los más altos estándares de calidad y probidad, porque da lo mismo. Que sigan despilfarrándose recursos en banalidades como los talleres de ‘desprincesamiento’ y en videos para convencer a los papás de las niñitas que no es bueno que éstas jueguen exclusivamente con muñecas y se vistan de rosado, porque lo otro no importa.

De la razón por la cual el SENAME fue creado, para qué vamos a preocuparnos, si todo seguirá igual. Los intentos de suicidio entre los niños y adolescentes internos en sus centros seguirán aumentando. Y casos como el Lissette Villa, que murió en circunstancias aún no del todo aclaradas en un hogar de Estación Central luego de no haber recibido una esperada visita familiar, continuarán repitiéndose. Así que mejor les damos la razón a quienes creen que si hubiera mayor acceso al aborto, casos como éstos no existirían. Como si en las sociedades en las que el aborto tiene gran aceptación no fueran necesarios los servicios de menores, porque no hay niños abandonados ni vulnerados (¿?). Como si la solución fuera eliminar personas sólo porque estorban, y luchar por eliminar las injusticias a las que estas personas son sometidas fuera un lujo que es imposible darnos.

[cita tipo=»destaque»]No sé en qué punto habrá sido en que llegamos a validar la premisa de que hay seres humanos de primera y de segunda clase, y que de estos últimos es mejor deshacerse para que no molesten ni perturben a quienes sí “merecen vivir”.[/cita]

«Es que mantenerlos cuesta mucha plata” es lo que dicen. Pcitaero sobre los recursos que se destinan a un docureality para promover un proceso constituyente y para cambiar el sistema electoral, no tienen reparos en justificarlos. Y dicen eso mientras comparten cómodamente por redes sociales fotos de perritos callejeros “a los que es prioritario encontrarles un hogar donde reciban amor y cariño”. ¿Y por qué a los niños abandonados no? ¿Porque no ladran ni mueven la cola?

No sé en qué punto habrá sido en que llegamos a validar la premisa de que hay seres humanos de primera y de segunda clase, y que de estos últimos es mejor deshacerse para que no molesten ni perturben a quienes sí “merecen vivir”. Así que sigamos con todo igual, sin esfuerzos por mejorar la labor del SENAME ni preocuparnos de los niños vulnerados, porque hay necesidades políticas e ideológicas que siempre justificarán mejor el uso de recursos que esos hogares donde albergan a niños cuyo único pecado es no ser queridos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias