Señor Director:
Cuando se trata de la violación de los DDHH no hay excusa. Durante la dictadura militar esto se llevó al extremo, sea inventando falsos enfrentamientos para asesinar y amedrentar a la ciudadanía o recurriendo a prácticas atroces como la tortura para obtener información. A la memoria llegan casos escalofriantes como el degollamiento de tres profesionales o el bombazo en el que muere una mujer y un hombre en calle Maipú al llegar a Colo Colo (después se sabría que ambos habían sido detenidos días antes por la CNI). No olvidar también a Sebastián Acevedo que se quemó a lo bonzo en la escalinata de nuestra Catedral tras la negativa del régimen de entregar a sus hijos en manos de la CNI…
No fuimos ajenos a la represión y estoy convencido de que de no ser por la intervención de la Vicaría de la Solidaridad, a cargo del vicario Carlos Puentes, nosotros y muchos de los que fuimos presos y relegados hoy estaríamos probablemente desaparecidos…
Hoy, en pleno 2016, nos enteramos de la situación de una dirigenta del Liceo de Niñas de nuestra ciudad, detenida por carabineros en un desalojo ordenado por “autoridades democráticas”, en el que se les desnuda e insulta, llegando a retirarle un aro de la nariz con un alicate… Entonces recuerdo que en 1984 fuimos relegados al norte del país y aún hoy un pito en el oído me recuerda los golpes que repetidamente un oficial a manos abiertas me daba en ambos oídos mientras permanecía amarrado y pienso en la niña que no conozco, pero que seguramente guardará para siempre en la memoria el amargo recuerdo de la carabinera que la atacó abusando de su autoridad y de la impunidad que le otorga la parcial justicia militar que aún ve estos casos.
Punto aparte merece el hecho de que Carabineros actúa mandatado, ayer por el régimen militar, hoy por el régimen político, ya sea en las calles, en un liceo tomado o a diario en el territorio ancestral mapuche. Esto debiera poner en alerta a toda la ciudadanía, pues una vez más debemos luchar y defender nuestros derechos, entre ellos el sagrado derecho a manifestarnos, con mayor razón ahora, que las mismas autoridades que levantan las banderas del respeto a la mujer y los niños e iluminan con los colores de la diversidad los municipios para la foto y la prensa, luego mandan a reprimir sin importar género, edad ni orientación sexual.
Juan Salvador Polizzi
Ex preso político en dictadura
