Señor Director:
Parece que los chilenos ya no se sorprenden con las continuas denuncias que surgen en torno a la tramitación de la ley de Pesca. Por eso, no reparan en cómo un Senador de la República falta a la verdad al asegurar que los pagos de la gran industria pesquera no influyeron en su forma de votar durante la tramitación de la norma.
Lo cierto es que el Senador Patricio Walker sí votó en favor de las 7 familias, tal como quedó estipulado en la historia de la Ley 20.657 (Biblioteca del Congreso Nacional), que de más está decir es pública. Dio su firma a la entrega de licencias industriales indefinidas por 20 años renovables y se negó a que se licitara el 20% de las cuotas industriales a todo evento, a pesar que este punto permitía abrir un mercado monopolizado y no generaba ningún detrimento a la pesca artesanal.
Respecto a su postura pro pescadores, también omite que rechazó poner fin a la pesca de arrastre; y se mostró contrario a extender las 5 millas para la pesca artesanal a todo el país y a eliminar las perforaciones que realiza la industria en zonas exclusivas de los artesanales. Todos temas sensibles para el sector.
Las leyes no son hechas para favorecer a grupos económicos ni intereses particulares. Esa debiera ser la premisa de todo Congreso. Lo lamentable es que en la ley Longueira, este principio básico fue corrompido y hasta ahora solo la fiscalía ha tratado de hacer justicia. El Gobierno y los parlamentarios mantienen un silencio cómplice.
Nelson Estrada, Vicepresidente Consejo Nacional de Defensa de la Pesca (Condepp)
