Publicidad

Bob Dylan y el folk

Por: Domingo Abelli


Señor Director:

El folk lleva impreso su deber y haber, es decir, su destino matemático o calculable, pues su definición corresponde a una canción destinada a perderse. Es esta situación de extravío la que le otorga todo su valor, ¿acaso la Historia no es exactamente lo que desaparece?

No es lamentable que esto suceda, porque lo perdido o extraviado no está abandonado, si siempre lo acompaña su búsqueda. El hallazgo es el folk. Es un trabajo de apropiación constante, un oficio con la tradición, de forma no tradicional.

Cuando se quiere hablar de Bob Dylan y el premio Nobel, realmente se debe hablar del futuro y el pasado. Nuestro presente solo tiene importancia—respecto al folk —cuando cuenta como el futuro de un pasado. Verdaderamente, a mi no me importa que las canciones de Bob Dylan se pierdan, prefiero que existan personas buscándolas, y que las conviertan nuevamente en algo más. Para eso es el Nobel en este caso particular, para servir de guía en el futuro, cuando mucho de la tradición folk esté ya olvidada. Me alegro que se celebre esta nueva puerta de entrada.
Ahora, no es preciso preocuparse por la actitud de Bob Dylan frente al premio. Puedo prever su máxima: El trabajo bien hecho nunca tiene éxito. Para ser exitoso, el mejor camino es hacerlo todo mal.

Domingo Abelli

Publicidad

Tendencias