Señor Director:
Junto con celebrar que en un espacio como El Mostrador se genere un debate sobre un tema tan relevante como el de los medicamentos, creemos importante hacer algunas precisiones en relación con las opiniones del señor Daniel Zapata en su carta al director del pasado viernes.
En primer lugar, debemos recordar que en Chile, la normativa vigente en materia de Registro Sanitario de Medicamentos (DS 3/2010, Art. 52) establece la exención para medicamentos que no son los originales (esto es, los llamados similares o copias) de demostrar de manera completa su eficacia terapéutica y seguridad, como requisito para ser registrados (y por consiguiente, comercializados). A ello se agrega las dudas respecto del pleno cumplimiento de las Buenas Prácticas de Calidad (GMP) por parte de todos los laboratorios que operan en el país, condición básica para obtener productos de calidad, de acuerdo a la información aportada por el propio ISP. Ello difiere a la situación prevaleciente en los países OECD, en los cuales todos los productos farmacéuticos deben demostrar de manera completa dichos atributos esenciales, ya sea a través de estudios clínicos (para los originales) o bien de demostrar la equivalencia terapéutica (para los productos no originales, esto es genéricos o similares) y donde todos los fabricantes deben cumplir las GMP, para ser autorizada su comercialización. Según nuestras estimaciones, en base a datos de mercado de IMS, es que los medicamentos que en Chile han demostrado de manera completa su eficacia terapéutica, incluyendo a los originales y los que cuentan con estudios de Bioequivalencia, representarían apenas del orden del 30 % (en unidades) del universo de productos farmacéuticos que se comercializan en el país. Nos parece que ello genera una inequidad inaceptable, donde algunos chilenos tienen acceso a medicamentos de calidad y otros a medicamentos no debidamente probados.
Por este motivo, es que la CIF ha planteado en distintos foros públicos y en el Congreso, durante la tramitación de la Ley de Fármacos I y ahora la Ley de Fármacos II, la necesidad de reimpulsar la política de Bioequivalencia, que fue propuesta por la propia Presidenta Bachelet en su primera administración, como medio para asegurar un estándar parejo en materia de calidad de y eficacia de medicamentos.
Respecto del tema de precios también referido por el Sr. Zapata, la alta carga que recae en los hogares de los chilenos por el factor medicamentos no se debe a políticas diferentes de precios de los laboratorios en distintos países, sino a la bajísima cobertura de los seguros de salud en materia de medicamentos en Chile, que se expresa en un gasto de bolsillo (el porcentaje del gasto en medicamentos financiados directamente por las personas) que más que duplica el del promedio de los países de la OECD, y muy superior al de países como Colombia, donde la cobertura de los seguros públicos de salud alcanza a más del 90% de dicho gasto. Los estudios comparativos realizados por IMS en materia de precios desvirtúan, por lo demás, completamente lo sostenido por el Sr Zapata.
Saluda atentamente a usted,
Jean Jacques Duhart, Vicepresidente Ejecutivo, Cámara de la Innovación Farmacéutica de Chile, AG.